Un grupo de habitantes de Bacalar iniciaron con las labores para “liberar” varios vehículos que se quedaron atrapados en las últimas inundaciones y los cuales permanecían bloqueando las calles, pero ahora que el agua comenzó a descender en algunos sectores han comenzado a retirarlos para que sus dueños dispongan que ocurrirá con ellos.
Decenas de vehículos quedaron atrapados en las inundaciones registradas en diferentes puntos del décimo municipio, que tomó por sorpresa a los habitantes de esa cabecera municipal, sobre todo a extranjeros, quienes desconocían la profundidad que alcanzaba el agua en algunas zonas de esa ciudad y que en más de una década no se habían observado en la región.
Sin embargo, en varios de los casos los propietarios decidieron dejar abandonadas las unidades y esperar a que el nivel del agua descendiera para rescatarlos, pues muy poco se podía hacer en ese momento por estas; no obstante, el nivel del agua descendió muy lentamente, por lo que apenas esta semana, varias personas decidieron acudir por sus unidades, sobre todo en la colonia Diego Rojas, una de las más afectadas por los escurrimientos de otros Estados.
Entre ciudadanos y algunos trabajadores del Ayuntamiento de Bacalar iniciaron labores para recuperar estos vehículos y remolcarlos hacia talleres cercanos, pues muchos de los dueños tienen la esperanza de reparar su patrimonio y otros están en espera de que los seguros que tenían contratados respondan por los daños que han sufrido debido a las copiosas lluvias.
Luciano Pat, de la colonia Diego Rojas recordó que si bien es sabido en el poblado que esa zona es una de las más bajas de la cabecera municipal de Bacalar, tiene más de una década, desde antes de que ese destino se detonara turísticamente, que no se observaban encharcamientos e inundaciones similares, pues ni con el paso de la Tormenta Tropical Cristóbal del 2020, se tuvieron esos problemas.
Actualmente gran parte del agua que se acumuló en esa colonia también mantiene inundados varios sectores de la obra del Tren Maya, que cruza a espaldas de la misma, en donde se tienen detenidas las actividades hasta en tanto el agua no reduzca su nivel o se encuentre una solución por parte de ellos ingenieros para desazolvar el agua hacia otros sectores, dónde no se afecte a la población.
Los escurrimientos provenientes de las lluvias en Yucatán y Campeche, siempre han representado problema en Bacalar, pero estos únicamente se concentraban en la zona rural, pero en esta ocasión ya comenzaron a registrarse en la ciudad, lo que llama la atención de los habitantes, quienes señalan que estas serían las consecuencias de la construcción del Tren Maya, pues piensan que accidentalmente se pudo haber tapado algún dren natural que se encargaba de desfogar el agua.
JG