Un peligro representa el mirador de madera de la zona de restaurantes, ubicada en el corredor turístico de Calderitas, pues está a punto de colapsar.
Durante los fines de semana y en época de vacaciones, este lugar registra gran afluencia de visitantes, por lo que se teme que ocurra un accidente por el deterioro de la estructura.
Desde hace dos años, la reparación de este tramo se mantiene “archivada” por parte del gobierno municipal de Othón P. Blanco, pues las autoridades han ignorado las peticiones de la comunidad para su atención, ya que sus condiciones deplorables desalientan la llegada de más visitantes a este atractivo escenario natural y zona de restaurantes.
Habitantes señalaron que algo se tiene que hacer para que esta situación cambie en beneficio de la comunidad, y que el gobierno cumpla con los acuerdos para su mejoramiento.
En su momento, los restauranteros intentaron rehabilitar las partes dañadas, pero requerían una fuerte inversión al tener que rehacer todo el muelle, pues hay madera podrida formando hoyos en los que podría caer la gente que transita por la zona y lesionarse.
La mayoría de los turistas que visita esta parte del corredor para disfrutar las vistas que tiene y fotografiarse, no permanece en el sitio al ver las condiciones en las que está.
Cuando esto sucede, los afectados son los restaurantes que se ubican en esa zona porque pierden a potenciales clientes que llegan a la comunidad en busca de sano esparcimiento, mientras degustan platillos de la región.
Zona de peligro
Un nuevo punto de conflicto comenzó a surgir en la zona de la caleta que se construyó para que los turistas disfrutara un baño sin correr riesgos, porque ahora, durante las noches y fines de semana, es punto de reunión de personas que acuden a embriagarse, dejando el lugar sucio y lleno de basura, incluso dentro del agua, sin que las autoridades hagan algo al respecto, originando una pésima imagen de este bello lugar que está buscando salir adelante, lo que parece imposible por situaciones como ésta.
Ventas bajas
En las últimas semanas la zona turística de Calderitas ha registrado un descenso en sus ventas, comparadas con años anteriores, cuando la época de vacaciones significaba un repunte sustancial.
Sin embargo, esto no ha sucedido, por lo que los restauranteros y venteros no ven para cuándo lograr incrementar sus ingresos, pues las vacaciones están en pleno ajetreo y ellos no notan una mejora.
Por tradición, los chetumaleños y habitantes de Calderitas acuden los fines de semana a los restaurantes o a una de las dos playas artificiales que hay en la localidad, para divertirse sanamente; sin embargo, no es lo mismo desde hace algunas semanas, lo que se refleja en las bajas o nulas ventas para los comerciantes caldereños.
Los locatarios han buscado implementar ofertas y promociones, pensando que la crisis se debe a que los gastos de la gente aumentaron por las afectaciones de las lluvias, como las inundaciones que se registraron en la capital del estado y en algunas comunidades.
A todo ello se sumó el paso del Huracán Beryl, porque el aviso de su llegada provocó que la gente se volcara a comprar material para proteger su patrimonio, así como de suministros alimenticios, lo que favoreció a algunos comercios, pero no a los locatarios de Calderitas, pues saben que la gente requiere de tiempo para restablecerse financieramente.
El próximo inicio de ciclo escolar también repercute en el comercio de esparcimiento, ya que los padres de familia prefieren destinar su economía para los útiles escolares, pues las clases inician el 26 de agosto.
La zona de restaurantes de Calderitas requiere de más proyección y promoción dentro de los destinos que publicita el gobierno del estado, a nivel nacional e internacional, pues durante años esta zona no figura y los lugareños indican que pareciera estar en peligro de extinción.
JY