La noche del sábado se registró un apagón en diferentes partes de Chetumal, que duró horas en algunas zonas de la ciudad, siendo una situación que se ha tornado constante en los últimos diez meses, la cual cada vez resulta más molesta para los habitantes, puesto que interfiere con las actividades diarias y los deja vulnerables ante las inclemencias del tiempo, sobre todo, en una noche calurosa como la de ayer.
Sin embargo, las repercusiones no se viven únicamente entre las familias, sino también los comerciantes se ven afectados, debido a que sólo los grandes negocios como los supermercados suelen contar con plantas de energía que les permiten continuar trabajando; por lo tanto, muchos negocios locales perdieron ingresos, pues se vieron obligados a cerrar porque estaban imposibilitados para continuar brindando sus servicios.
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De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirad), Estaban Mera Villanueva: “fue catastrófico, porque se fue la luz en fin de semana, con eventos deportivos nocturnos que pudieron servirnos para recuperarnos económicamente. Simplemente, nos acabaron, las oportunidades desaparecieron, porque la gente se retiró. ¿Y a quién le reclamas?”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur, Rául Andrade Angulo, se han registrado “pérdidas brutales” y lo que más les preocupa a los empresarios es que no hay indicios que señalen que se esté buscando darle solución a esta problemática, pues si bien se anunció que se construiría una subestación en el centro de Chetumal, el proyecto se canceló porque el presupuesto que se usaría para ello fue cancelado.
Ante esta situación, ambos representantes de los comerciantes señalan que la falta de atención por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) los está orillando a buscar otras alternativas de obtener el suministro de energía eléctrica, pues reconocen que la infraestructura requiere ser reemplazada, ya que los apagones derivan de los cables y postes de luz que se encuentran dañados, que son prácticamente los de toda la ciudad.
Cabe agregar que en Bacalar también se han tenido reportes sobre las repercusiones de los apagones, toda vez que muchos huéspedes que llegan de visita a la cabecera municipal han optado por cancelar sus reservaciones, lo cual implica que ya no generan derrama económica y se vuelve pérdida para los empresarios debido a que, además de la cancelación, piden que el dinero de la reservación les sea devuelto.