Padres de familia de los estudiantes de telesecundaria de la comunidad de Laguna Guerrero levantaron la voz para exigir que se construya un aula donde sus hijos puedan recibir sus clases, toda vez que no cuentan con un espacio para ello; por lo tanto, sus jornadas escolares se desarrollan al interior de una bodega o en el área del comedor de la escuela, ya que sólo en algunas ocasiones pueden utilizar el salón, pues se lo turno con otros grupos, lo cual deja a los estudiantes en una situación de vulnerabilidad.
Recientemente, se dio a conocer la situación en que unos estudiantes de telebachillerato toman sus clases, puesto que el director de la telesecundaria no les permite hacer uso del salón que supuestamente debería prestarles, por lo que se ven obligados a estudiar a la intemperie, bajo un domo que no les cubre del sol ni la lluvia, ni los protege del calor.
Ante ello, los padres de familia de los afectados señalaron que esta situación se presenta en muchas telesecundarias y telebachilleratos de Quintana Roo, lo cual ha quedado de manifiesto luego de que ahora sean los estudiantes de telesecundaria de la comunidad de Laguna Guerrero quienes han pedido la intervención de la Secretaría de Educación para que se construya un aula, toda vez que tampoco cuentan con las condiciones adecuadas para tomar sus clases.
En este nuevo caso, los padres de familia expresaron su molestia respecto a que sus hijos se ven obligados a estudiar en una bodega, pues las autoridades educativas han hecho caso omiso a la petición que vienen haciendo desde un año atrás. A causa de ello, los adolescentes se ven expuestos a las inclemencias del tiempo, así como a las picaduras de insectos que incluso podrían enfermarlos, ya que la Secretaría de Salud no fumiga la zona, pese a que nos encontramos en temporada de lluvia.
Por otro lado, recientemente, las autoridades del Instituto de Infraestructura Física Educativa de Quintana Roo aseguraron que la gobernadora dio instrucciones para que se inicie el proceso de licitación, por lo que se espera que en un mes comience la construcción del salón de clases, y se prevé que esté concluido para enero del 2025. Sin embargo, esto implica que los estudiantes continuarán tomando sus clases en condiciones indignas.