El presidente de la Unión Ganadera Regional (UGR) informó que, tras los monitoreos preventivos que se realizan en el ganado de Quintana Roo, se detectó un nuevo caso de gusano barrenador, esta ocasión en el municipio Othón P. Blanco, en la comunidad Nicolás Bravo; sólo unos días después de que se diera a conocer el caso confirmado de Otilio Montaño en Bacalar.
Al respecto, Sergio Crisanto Morteo señaló que la situación no es alarmante, además de que era de esperarse que esta plaga llegara a la entidad, ya que los casos detectados estaban cada vez más cerca, en Belice, Campeche y Yucatán; no obstante, mencionó que es comprensible que los productores ganaderos se encuentren preocupados, aunque no han dejado de tomar las medidas sanitarias necesarias, como la cuarentena en Bacalar.
Si bien la situación no se torna grave, el presidente de la UGR hizo hincapié en que lo importante es mantener al ganado en buenas condiciones, sano y sin heridas que lo pongan en riesgo de contraer el gusano barrenador, pues, como declaró el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe), Jorge Aguilar Osorio, es a través de las heridas que el ganado contrae esta plaga.
En ese sentido, hizo hincapié en que la plaga sólo ataca al ganado a través de las heridas abiertas que no son atendidas, o no de la manera adecuada, las cuales se vuelven campo de cultivo para que el gusano barrenador se meta en las heridas y comience a carcomerle la piel, hasta el punto de que se van comiendo el tejido vivo, al punto de que puede escalar a convertirse en una situación mortal.
Crisanto Morteo mencionó que el caso que surgió en Nicolás Bravo se encuentra en revisión para ser confirmado oficialmente, por lo que los ganaderos no deben bajar la guardia y, por el contrario, mantener los monitoreos constantes a su ganado y mantenerse alerta ante cualquier indicio de una herida y tratarla a la brevedad, así como, en caso de que se sospeche de un posible caso, avisarles a las autoridades de sanidad de manera inmediata.