La saturación del cementerio municipal causó el malestar de cientos de lazarocardenses que acudieron ayer a honrar a sus fieles difuntos.
La cercanía de las tumbas, pegadas unas a otras, dificulta el paso para colocar las ofrendas, por lo que exigieron a las autoridades trabajar en la ampliación del cementerio, pues es prioritario tener más espacios para enterrar a los difuntos.
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Familias de la cabecera municipal pasaron gran parte del sábado en el camposanto, luego de la misa a los fieles difuntos. Acudieron a colocar ofrendas florales y veladoras y a realizar la limpieza de tumbas en mal estado, como parte de las actividades anuales para recibir y honrar a los seres queridos que se les adelantaron.
La afluencia fue gradual, los deudos se tomaron su tiempo para acudir a honrar a sus tíos, hermanos, padres, hijos o cualquier otro familiar fallecido hace más de un año, el cual, según la creencia, recibe permiso para visitar el mundo de los vivos.
Durante la visita los habitantes no externaron sus quejas, sino hasta después, luego de llegar a sus hogares, aprovecharon las redes sociales para expresar su molestia porque ya no hay espacios, para poder caminar, pues se han ocupado por nuevas tumbas y las familias no tienen forma de cruzar para depositar las ofrendas a sus familiares fallecidos.
Anel C. afirmó que como cada año acuden el 2 de noviembre a realizar sus ofrendas, aunque hay familias que lo hacen con anticipación. Pero es una pena, ya que no hay espacio para circular en el cementerio, porque está saturado.
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Sostuvo que ya las tumbas están pegadas unas con otras, aunque los encargados del cementerio han buscado la forma de atender la demanda de espacios, incluso utilizando aquellos que originalmente eran destinados para pasillos, mientras las autoridades no han hecho nada por realizar la ampliación, que se autorizó por el cabildo desde la administración pasada, pero que nunca se cumplió.
Por Esto! visitó el cementerio de Kantunilkín en varios horarios, y se observó la presencia de los habitantes, incluso entrada la tarde. Llegaron varias familias de fuera a visitar a sus amigos fallecidos y darles un poco más de presencia a los nichos.
Sin embargo, a pesar de que existen tumbas y nichos que fueron pintados y “reverdecieron” con flores, veladoras y agua, otros pasaron inadvertidos, están viejos y abandonados, quizá porque ya no tienen familiares en esta zona, se han cambiado de religión o simplemente se han olvidado de sus muertos.
