A su paso por las costas de Solidaridad, el Huracán Beryl trajo más sedimentos, lo que ayudó a la recuperación de las playas que se encontraban erosionadas antes de este fenómeno, comentó Jesús Adrián Medina Pérez, Director de la Zona Federal Marítimo-Terrestre (Zofemat) en Playa del Carmen.
Tal es el caso de la playa del Parque Fundadores, destacó, e incluso de Playa Mamitas, que también presentaban un desgaste atípico al grado que el mar golpeaba las estructuras. Explicó que ya se estaba recuperando la arena, pero gracias al huracán llegó un poco más.
En cuanto al huracán, no causó muchas afectaciones en la playa; de hecho, trajo consigo un poco de arena. El ojito de agua de Playa Caribe se tapó, pero ya comenzó a recuperarse. No se observó erosión significativa y se registró muy poca basura; principalmente fueron hojas y ramas que cayeron en los accesos. En resumen, el saldo fue positivo para ellos.
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Las palapas no fueron retiradas porque son más resistentes de esa manera; se dañan más al desmontarlas y no se encuentran con un lugar de almacenamiento adecuado. Simplemente, las amarraran para asegurarlas y no sufrieron ningún daño. Se reportaron cuatro palapas caídas, pero debido al oleaje y al mar.
Entre las playas Más beneficiadas destacó la de Mar Caribe, en el Centro, y Playa Mamitas, se está componiendo, agarrando playa. Además están custiudiando y están muy pendientes de las ballenas (geotextiles) del Hyatt.
Aunque dijo que hubo erosión en otras playas, no fue en las públicas que tienen bajo su resguardo.
El funcionario señaló que desde el pasado lunes ha comenzado a recalar sargazo, por lo cual ya se está trabajando para mantener limpios los arenales de para a la próxima temporada de vacacionistas y, al mismo tiempo, se recoge este sargazo para extraer la arena y continuar la recuperación de las playas.
En cuanto al tema del sargazo, previo a la llegada del huracán, se reportaba que la presencia de la macroalga comenzaba a repercutir en las ganancias de los prestadores de servicios turísticos, pues, aunque se encontraban en lo que se conoce como temporada baja, esperaban que la ocupación llegara hasta un 60%, así como la actividad en las playas.
Sin embargo, en su momento la ocupación sólo alcanzaba un máximo del 30 por ciento, ya que muchos visitantes, al acercarse al mar y ver el color del agua, así como el olor provocado por el sargazo, preferían retirarse, lo que terminaba mermando en las ganancias de los restauranteros o de aquellos que rentan camastros o palapas.
La presencia de la macroalga originaba que los visitantes locales optaran por albercas o lagunas, mientras que los extranjeros se iban a las zonas de Cozumel o Isla Mujeres, donde se reportaban arenales limpios.
Por lo que, una vez pasado el fenómeno meteorológico, ahora vuelve la preocupación de que aumente la presencia del sargazo.
GC