Un corto circuito registrado la mañana del domingo registrado en el parador turístico ubicado a unos metros del muelle del Puerto de Chiquilá, causó la inmediata movilización de los habitantes y prestadores de servicios, que arriesgaron su integridad física para sofocar las llamas que comenzaban a expandirse y evitaron que el inmueble se consumiera, además de que pudiera ser más grave la situación debido a la cercanía de la gasolina y la palapa de los lancheros.
La falta de uso de las instalaciones que se encuentra en un litigio entre el gobierno del estado y el ejido de Chiquilá que cuenta con la posesión jurídica del inmueble, ha provocado que se encuentre en desuso y la falta de mantenimiento, está ocasionando que el sistema eléctrico se deteriore y sea una constante amenaza por los cortocircuitos que puedan registrarse más adelante, poniendo en riesgo a los negocios de los alrededores, así como a viviendas cercanas, externaron los habitantes.
Los hechos se registraron este domingo, de acuerdo a los reportes de los habitantes, quienes al notar el humo que salía por la parte superior de la palapa, de inmediato llamaron al número de emergencia de los bomberos de la cabecera municipal, en tanto que entre los presentes, surgieron voluntarios que arriesgando su integridad, con cubetas de agua en mano, procedieron a sofocar las llamas que comenzaban a registrarse.
El inmueble lleva meses sin ser utilizado, debido a que fue cerrado por el ejido, luego de que el ayuntamiento le entregara la posesión del inmueble, por un litigio que existe por la propiedad, de modo que todas instalaciones no han sido utilizadas e incluso el parador no cuenta con medidas de seguridad como extintores.
Consideraron que es un sitio de riesgo constante debido a que el techo del segundo piso es de material inflamable, además de que se encuentra en un área cercana a la gasolinera del poblado y la palapa turística de los lancheros y debido a los fuertes vientos, requiere contar con retardantes y extintores para casos de emergencia de este tipo.
La acción de los pobladores evitó que las llamas continuaron y solo se tuvo una leve afectación en el techo y más tarde cuando arribaron los bomberos procedentes de Kantunilkín ubicado a 45 kilómetros, se encargaron de asegurar el lugar y sofocar por completo todo indicio de incendio, afirmaron los habitantes.