Un sujeto identificado como J. F. T., de 23 años de edad, estuvo a punto de ser linchado por un grupo de 50 motorrepartidores de la ciudad de Chetumal; elementos policiales que se encontraban cerca del lugar de los hechos intervinieron y llevaron a esta persona a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y su vehículo al corralón de la ciudad, ya que no contaba con los papeles que acrediten su legal posesión.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 21:00 horas, cuando un sujeto derrapó en las inmediaciones de la avenida Insurgentes con Juárez, aparentemente estaba siendo perseguido por un grupo de 10 motorrepartidores.
Cuando el sujeto yacía en el pavimento, los supuestos perseguidores lo rodearon en círculo y, según comentan algunos vecinos, recibió un par de golpes; los elementos policiales que se encontraban a escasos metros del lugar de los hechos tuvieron que intervenir.
Éstos Intentaron disipar a los motorrepartidores, pero no lograron hacer que se retiren, al contrario llegaron más personas y ante el descontento y la intención de lincharlo, los elementos policiales solicitaron la presencia de 3 patrullas más y lo llevaron a las instalaciones de la Policía Quintana Roo.
En las afueras de estas instalaciones se reunieron alrededor de 50 motorrepartidores, los cuales argumentaban que el detenido es responsable de varios atracos en contra de estos trabajadores, por lo que querían hacer justicia por propia mano.
Por su parte, los elementos policiales verificaron que la motocicleta en la que circulaba dicho sujeto no contaba con placas y tampoco tenía documentos que acrediten su propiedad, por lo que el vehículo y el supuesto ladrón fueron remitidos a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado.
La turba de gente que buscaba hacer justicia por propia mano se retiró de las instalaciones de la Policía Quintana Roo al ver que se llevaban al infractor, por su parte, los elementos policiales recomendaron a los que se dijeron haber sido afectados por esta persona a que interpongan una denuncia para que pueda ser juzgado por la autoridad.
Por Julio Javier Mena