Los giros negros y casas de citas se encuentran bajo asedio del crimen organizado, el cual busca extorsionarlos con cuotas que van desde los 10 mil pesos hasta los 40 mil semanales. Encargados de este tipo de establecimientos aseguran que el problema se incrementó por la rotación de mandos en el interior de la Fiscalía General del Estado.
Gerentes y encargados de dichos establecimientos, quienes pidieron el anonimato, coinciden que durante la transición de mandos en el interior de la FGE por la designación de Raciel López Salazar, los casos de extorsión se recrudecieron.
Los empresarios reconocieron que, durante la gestión de Óscar Montes de Oca Rosales, cuando estaba al frente de la Zona Norte, Carlos Maya Girón, el problema era menor, pues si bien destinaban una cantidad para los grupos criminales no existía un descontrol como ahora.
Los entrevistados no quisieron abundar por temor a represalias, si había una colusión de los criminales con la Policía Ministerial, pero coincidieron que ahora los grupos dedicados a la extorsión han arremetido en contra de los giros negros de toda la ciudad.
Aceptaron que la situación que atraviesan es preocupante, por lo que hacen un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y se enfoquen en la captura de los grupos criminales que han baleado dos bares en menos de una semana.
Como le dimos a conocer oportunamente el pasado viernes, un grupo de hombres fuertemente armados, disparó en contra de la fachada del bar denominado “Poseidón”, situado en la Región 100, con un saldo de un muerto y tres heridos.
Dicho negocio tenía escaso tiempo de haber reanudado labores, luego de haber sido asegurado por la FGE, por un ataque previo ocurrido el 27 de septiembre, en el que un menor resultó lesionado.
Posteriormente, el pasado lunes, el bar de nombre“Olimpo”, ubicado en la misma supermanzana, fue baleado por unos sujetos.
En ambos casos, los agresores no fueron capturados por las autoridades policiacas.
Cabe mencionar que los dos hechos están relacionados con el cobro de “derecho de piso” y en el hecho del Bar “Poseidón” los hombres armados dejaron “narcomantas”, en las cuales amenazaban a la familia del gerente.
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