Con dos disparos en su pequeño cuerpo, de apenas cinco años de edad, Lían lucha por su vida en una de las frías camas del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para hacer más grande su dolor, su madre no puede consolarlo, pues ella también está herida; mientras que su padre se encuentra en una celda. Ambos, presuntamente, se dedicaban a traficar droga.
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Lían, es una las víctimas colaterales que deja la pugna que mantienen grupos antagónicos de la delincuencia organizada.
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Sicarios intentaron matar a su mamá en calles de la Región 238. Poco o nada les importó que la mujer llevara a un niño de la mano.
Inocente, sin saber que su madre “jugaba” a convertirse en una traficante como las que aparecen en las narcoseries, Lían sujetaba una mano de su madre. En la otra, Anahí, como se llama ésta, cargaba una bolsa con un ladrillo de mariguana. Ambos, padre y madre, están inmersos en el mundo del narcomenudeo.
Personal que le brinda atención médica al menor dijo que éste “se aferra a la vida, pero presenta un impacto de arma de fuego a la altura de la clavícula izquierda y otro en las costillas del mismo lado”.
El niño tuvo que ser fue intervenido quirúrgicamente, para colocarle una sonda por dónde ha drenado más de un litro de sangre, en sólo 24 horas, por lo que su estado de salud es grave, a pesar de sus ganas de vivir.
El niño, quien debería estar jugando con sus compañeritos del kínder permanecía en terapia intensiva hasta el mediodía de ayer, y es probable que requiera más de una intervención quirúrgica para descartar daños en los intestinos, debido a que refiere un dolor agudo en el abdomen.
Los doctores argumentaron que aunque su estado de salud es grave, confían que en que pueda recuperarse de sus heridas físicas; sin embargo, su vida nunca volverá a ser el misma, ni psicológica ni físicamente. Su cuerpo tendrá que sobreponerse de heridas graves y su mente superar el estruendo de las detonaciones de arma de fuego y el dolor que provocan.
Residentes de la zona en donde ocurrió el ataque coincidieron en que su prioridad fue atender al niño, pues la mujer parecía más preocupada en ocultar la bolsa, la cual finalmente entregó a su esposo y las autoridades descubrieron que transportaba droga.
Lamentaron que el menor haya quedado en medio de la balacera, pues al parecer el objetivo era la mujer, quien recibió menos cinco balazos, por lo que hicieron un llamado a las autoridades para capturar a los responsables de la agresión armada.
“Ojalá la policía haga algo para atrapar a los hombres de la moto que dispararon en contra de la mujer, porque no les importó que estuviera el niño. Ellos dispararon como locos a pesar de los gritos del niño”, mencionó una vecina que presenció el ataque.
En tanto, la medre del menor, de nombre Andrid Anahí, también es reportada como grave y continúa en la sala de terapia intensiva del Hospital General. El padre, identificado como Eduardo L. H., continúa a disposición de las autoridades ministeriales.
Los emisarios de la muerte del crimen organizado únicamente dejan dolor a su paso, pues drogados, alcoholizados y sin la mínima puntería, disparan a diestra y siniestra, con la única finalidad de matar, sin importar a quien.
Estos hombres caminan libres por las calles cancunenses debido al ineficiente actuar de las autoridades y elementos de Seguridad.
Como Por Esto! informó, la agresión a balazos ocurrió el pasado martes, cuando la mujer caminaba en las calles de la región mencionada junto a su hijo y fue atacada por dos hombres a bordo de una motocicleta.
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HS