Extorsión es la primera línea de investigación por el ataque armado en contra del bar “Poseidón”, situado en la Región 100, donde un hombre perdió la vida y otros cuatro resultaron lesionados.
Fuentes de la Policía Ministerial que llevan a cabo las investigaciones mencionaron que fue un ataque que no tenía como objetivo alguna persona, debido a que el pistolero disparó indiscriminadamente contra la fachada del inmueble.
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Indicaron que por esa razón se registraron cinco víctimas, entre ellas un taxista que hacía sitio en el lugar y que perdió la vida. Hasta el momento, el encargado del negocio continúa sin cooperar con las autoridades.
Cabe mencionar que el pasado 6 de septiembre, el bar fue también atacado a balazos, con el saldo de un menor de edad lesionado en el pecho. Un día después, los delincuentes abandonaron una narcomanta con fotografías y amenazas hacia la familia del encargado del establecimiento.
A pesar que la violencia contra el negocio ha sido reiterada y el escrito con amenazas tuvo amplia difusión en redes sociales, las autoridades ministeriales aún no tienen pistas de los responsables.
Los giros negros en Benito Juárez y en general en el Estado, se encuentran bajo el asedio de los grupos criminales, quienes establecen cuotas que van de los 10 mil hasta los 40 mil pesos semanales, dependiendo de la popularidad del negocio.
Sin embargo, las autoridades ministeriales sostienen que las extorsiones son realizadas por personas que no necesariamente pertenecen a estructuras criminales, pero para intimidar a sus víctimas utilizan los nombres de cárteles de la droga.
Como le informamos oportunamente, el ataque sucedió la noche del viernes, cuando hombres armados acudieron al bar “Poseidón” y abrieron fuego en su interior. Este local fue baleado hace un mes por cobro por “derecho de piso”. En esta ocasión, un taxista perdió la vida y cuatro personas, al parecer trabajadores, resultaron heridos.
Se presume que esta nueva agresión está relacionada con el cobro por “derecho de piso”, cuyos agresores ya en repetidas ocasiones habían solicitado una “cuota” a los encargados para comprar protección.
Hace un mes, como “aviso”, la fachada fue baleada. En esa ocasión, un joven con capacidades diferentes resultó herido como víctima colateral, desde entonces el establecimiento se encontraba asegurado por la Fiscalía General del Estado (FGE) y tenía pocos días de haber abierto sus puertas.
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HS