La“Isla de las Golondrinas”, que durante mucho tiempo fue un remanso de paz y tranquilidad, se ha quebrantado en 23 meses debido a ejecuciones, robos e intentos de homicidios.
La violencia familiar también corrompe las bases de la sociedad debido al consumo del alcohol y sustancias tóxicas.
Varios sectores de la población han manifestado su preocupación por los crecientes delitos de alto impacto, pues aunque las estadísticas son aún bajas en comparación con otros municipios quintanarroenses, los menos de 90 mil habitantes de la llamada “Isla de Paz”, se niegan a vivir con la incertidumbre de ser una posible víctima colateral de hechos delictivos.
A solo unas semanas de concluir el año, Cozumel suma 13 ejecuciones con arma de fuego, una menos que el año anterior que cerró con 14. Además, ninguno de estos crímenes se ha resuelto, aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) ha cumplimentado cerca de ocho órdenes de aprehensión, presuntamente relacionadas con esos homicidios.
Ninguno de los detenidos ha recibido sentencia condenatoria. En este sentido, la población ha externado que no es suficiente mantener en una prisión preventiva a los posibles generadores de violencia en la isla, si la real situación refleja lo contrario.
Luis Sánchez Güemez de 53 años de edad y con 40 años residiendo en la isla, dijo que la tranquilidad se escapó desde hace un par de años, ya que aunque la delincuencia y los delitos siempre se han plasmado en la isla, los actos delictivos fueron escalando de nivel a posiciones que antes no se registraban.
“Aunque las autoridades insistan en negarlo, se ven rebasadas. Perder la tranquilidad social es la peor sensación de agravio que puede padecer una comunidad. Ese sentimiento colectivo nos empieza a inundar y la cadena de acontecimientos de este año y el anterior lo confirma. La condición de isla puede garantizar aún parámetros mínimos de seguridad para quienes habitamos en este destino turístico, pero aquí lo preocupante es el nivel de impunidad que estamos padeciendo. Si bien es responsabilidad de la Policía Municipal la labor preventiva, el eslabón le corresponde a la FGE, porque el personal debería realizar las investigaciones pertinentes y asegurar que los perpetradores de estos crímenes se encuentren bajo investigación o incluso vinculados a un proceso penal.
Es impresionante el índice de violencia que estamos viviendo en la comunidad. Ya no sabemos si son bombitas o balazos lo que escuchamos a cada hora. La fiscalía sólo se limita a llegar, recoger cuerpos, casquillos, tomar fotos y a retirarse, eso es muy lamentable”, comentó.
Para la comunidad en general, el primer paso es que las autoridades responsables les proporcionen mayores herramientas, capacitación, preparación, no sólo a la policía local, también a los encargados de detener e investigar, como la Policía de Investigación, quienes, según los pobladores, tienen un desempeño deficiente, pues es más que evidente la probable filtración con el crimen organizado, así como la falta de coordinación con otras instituciones policiales.
“Cómo ciudadano estoy preocupado y ocupado. Es inaudita la oleada de asesinatos que hemos visto; Cozumel nunca se había bañado en sangre de esta manera. La descomposición es alarmante porque la violencia no cede, al contrario, y se expande con otros delitos. Y es que a pesar de la empatía que algunas personas tienen con los cuerpos policiacos, y entendiendo que trabajan en horarios difíciles con poco personal y mucha falta de equipo, armamento y capacitación, aunado a un salario miserable, aun así, su labor es deficiente y les falta mucho por alcanzar niveles aceptables para los servicios de protección vigilancia y seguridad que constituyen las corporaciones a nivel internacional”, añadió Sánchez Güemez.
Por su parte, el maestro de secundaria de profesión y ex director de la Policía local, David Domínguez Povedano, ha externado su preocupación por la deficiencia de las corporaciones policiacas y Fuerzas Armadas, sobre todo por el incremento de los delitos de alto impacto.
“Creo que a los elementos de las fuerzas policiales les falta mucho para ejercer su trabajo en cualquiera de sus ámbitos. Su actuación es deficiente, les falta tacto, sobre todo a la FGE, que hasta ahora, no informa al pueblo si hay o no hay avances en sus investigaciones”.
Luego de los 13 ejecutados de este año y la falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades y de las corporaciones policiacas, los sectores de la población hacen notar su desapruebo total a la situación que actualmente impera en la isla.
“Ante lo que está sufriendo nuestra isla, me rehúso a ser un espectador más, a vivir sometido por el miedo por la indiferencia, a seguir mi vida como si nada ocurriera, y darme por vencido bajo ese bálsamo mediocre que ‘no se puede hacer nada’, cuando esto sigue pudriéndose y tarde o temprano nos va a salpicar a todos”.
“Es el deber de las autoridades procurar la justica, Cozumel parece un campo de batalla y no una isla de paz. No quiero que la isla donde nací se convierta en un matadero más de México, porque es inaceptable, me niego a tener que vivir así, con la incertidumbre de que maten a cualquiera cerca de dónde esté o mis seres queridos. Nuestra isla no puede sumirse en sangre sin que hagamos nada. Con tantos asesinatos ya deberían encenderse todas las alarmas en la comunidad. Como sociedad no podemos seguir opinando en redes y ser testigos de esta ola de violencia. Es increíble que ninguno de los tres órdenes de Gobierno dé resultados con las investigaciones sobre estos delitos, tenemos que exigir que las autoridades hagan su trabajo”, expuso el empresario Alejandro T.
El pasado mayo, Ángeles, una adolescente de 15 años de edad, fue una víctima colateral de la inseguridad luego de ser herida por un hombre que disparó contra el bar Hemingway, ubicado en el malecón, al Norte de la isla. La joven, que paseaba en moto con su hermana, de 18 años de edad, fue alcanzada pero una bala perdida.
Días después, un joven era señalado en redes sociales como el presunto culpable se entregó a la Policía de Investigación sin abogado, ya que se declaró inocente; sin embargo, a seis meses de los hechos, continua en el Cereso de la isla, sin avances reales en el caso.
Por otra parte, las autoridades municipales han reconocido el alto índice de robos que se registran a diario en la isla, entre cinco y seis, y aseguran que ese tema ya se puso sobre la mesa de seguridad, donde se analiza.
“Desafortunadamente se han dado en todas las colonias, y este tema ya se está trabajando y analizando con todas las instituciones de seguridad para su presencia. Se ha detenido a quienes de forma recurrente han sido señalados como los principales sospechosos de cometer los atracos y aunque salen libres después de unas horas por no agarrarlos en flagrancia, estamos trabajando para que todos estos delincuentes puedan recibir su castigo. La coordinación es precisamente lo que estamos realizando, tenemos reuniones para coordinar esfuerzos de tal manera que quien deba de estar tras las rejas se mantenga tras las rejas”, indicó Ociel González, Secretario del Ayuntamiento.
Violencia familiar rompe récord
La violencia familiar lidera las estadísticas en reportes diarios. En el 2019 el 98 por ciento de los reportes atendidos fueron por mujeres que solicitaron la ayuda, y sólo el uno por ciento provenía de hombres; mientras que el uno por ciento también se registró para niños menores de 12 años, sin ningún caso de niñas vulneradas.
Pero, para el 2020, las estadísticas marcaban un ascenso, con el 78 por ciento de situaciones de víctimas a mujeres, 10 por ciento en hombres, un 11 por ciento a niños y el 1 por ciento contra de niñas.
El 87 por ciento de los reportes y casos atendidos en el 2021 fue en contra de mujeres, mientras que el 7 por ciento fue en contra de niños menores de 12 años, el 5 por ciento en hombres y el 1 por ciento en contra de niñas.
En el 2022, se atendieron cerca de 160 mujeres; el 70 por ciento de ellas han denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Este 2023 de acuerdo a la información obtenida, más de 200 mujeres son parte de las estadísticas de este delito. Las colonias Emiliano Zapata, 10 de Abril, Cozumel Turístico, Adolfo López Mateos y San Miguel son las que registran un mayor índice de violencia familiar y de género.
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