El hombre que fuera herido de bala la noche del pasado jueves 16 de marzo, y que falleciera horas después en el Hospital General “Dr. Jesús Kumate”, era un médico veterinario zootecnista, originario de Izúcar de Matamoros, Puebla.
El crimen fue cometido en un violento asalto a la clínica veterinaria y estética canina donde laboraba.
La víctima, identificada como Diego Rivera Cruz, de 32 años de edad, recibió dos disparos de los delincuentes, al resistirse al atraco en la clínica veterinaria y estética donde laboraba, ubicada en la Región 102, cerca de la escuela primaria “Nicolás Bravo”.
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Al lugar llegaron elementos de la Policía y recibió atención prehospitalaria de los paramédicos, quienes, una vez que lo estabilizaron, lo trasladaron aún con vida al nosocomio, donde poco después falleció, mientras que los delincuentes lograron huir del sitio a bordo de una motocicleta, sin ser detenidos por las autoridades.
El pasado lunes, los restos de Diego Rivera arribaron a su pueblo natal, La Galarza, en la zona mixteca de Puebla, donde lo velaron sus familiares y amigos, mientras que la tarde del sábado fue su entierro.
El joven profesionista se convirtió así en una víctima más de la grave inseguridad que se registra en Quintana Roo, que mantiene un constante asedio contra los negocios, empresarios y ciudadanos.
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NR