En el corazón de la selva maya, a pocos kilómetros de la ciudad de Campeche, se encuentra el Monasterio de Uayamón, un lugar que ha ganado notoriedad por sus prácticas de sanación espiritual y exorcismos. Este monasterio, avalado por la Diócesis de Campeche, es atendido por sacerdotes argentinos que se dedican a liberar a las personas de ataduras malévolas y fuerzas ocultas.
Un Refugio Espiritual El Monasterio de Uayamón no solo es un sitio de retiro espiritual, sino también un refugio para aquellos que buscan alivio de males espirituales. Los sacerdotes Ricardo Coll Mónico y Jorge Hetze, miembros de la comunidad monástica Apóstoles de la Inmaculada Concepción, son los encargados de realizar los exorcismos. Estos rituales, autorizados por el obispo local, se llevan a cabo con extremo cuidado y solo después de descartar posibles enfermedades mentales.
Prácticas de Exorcismo
Los exorcismos en el monasterio son ceremonias solemnes que buscan expulsar demonios y liberar a las personas de posesiones malignas. Los métodos utilizados incluyen la lectura de la Biblia, el uso de crucifijos, agua bendita y otros objetos sagrados. Las misas de sanación, que se celebran regularmente, atraen a cientos de personas de diferentes partes del país, quienes buscan liberarse de influencias negativas como la brujería, el espiritismo y el satanismo.
Impacto en la Comunidad
El monasterio ha visto un aumento significativo en el número de visitantes, especialmente durante los fines de semana. Personas de Yucatán, Quintana Roo, Veracruz y Oaxaca acuden en busca de sanación espiritual. Los testimonios de aquellos que han asistido a las misas de liberación hablan de una sensación de alivio y paz tras las ceremonias.
Un Llamado a la Fe Los sacerdotes del Monasterio de Uayamón enfatizan la importancia de la fe y la oración constante. Su mensaje es claro: evitar cualquier contacto con fuerzas ocultas y acercarse a Dios a través de buenas obras y amor al prójimo.
Este enfoque ha ayudado a muchas personas a encontrar consuelo y fortaleza espiritual en momentos de dificultad. Conclusión El Monasterio de Uayamón se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que buscan liberarse de ataduras espirituales. Con el respaldo de la Diócesis de Campeche y la dedicación de sus sacerdotes, este lugar sigue siendo un importante centro de sanación y renovación espiritual en la región.
JY