El flan napolitano es uno de los postres más queridos en América Latina. Su textura suave y su sabor dulce lo convierten en una delicia para el paladar. Aunque su nombre podría sugerir una raíz italiana, su historia es una mezcla de influencias culturales que vale la pena explorar. Además, su preparación es más sencilla de lo que podrías imaginar.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo y te contamos sobre su origen.
Ingredientes para el flan napolitano
Para preparar un flan napolitano tradicional, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 lata de leche condensada (397 g).
- 1 lata de leche evaporada (360 g).
- 5 huevos.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 taza de azúcar (para el caramelo).
Preparación paso a paso
- Preparar el caramelo: En una sartén a fuego medio, coloca la taza de azúcar y caliéntala hasta que se derrita y tome un color ámbar. Vierte inmediatamente el caramelo en un molde para flan y distribþyelo de manera uniforme.
- Mezclar los ingredientes: En una licuadora, combina la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla. Mezcla hasta obtener una consistencia homogénea.
- Verter en el molde: Vierte la mezcla sobre el caramelo en el molde.
- Hornear: Coloca el molde dentro de un recipiente más grande y agrega agua caliente hasta cubrir la mitad del molde (baño María). Hornea a 180 °C durante 50-60 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
- Enfriar y desmoldar: Deja enfriar el flan a temperatura ambiente y luego refrigéralo por al menos 4 horas. Para desmoldar, pasa un cuchillo por el borde del molde y voltéalo sobre un plato.
El origen del flan napolitano
El flan, en su versión más antigua, se remonta al Imperio Romano, donde se preparaban postres a base de huevo y leche endulzados con miel. Sin embargo, la versión moderna del flan se popularizó en Francia y España durante la Edad Media, gracias a la introducción del caramelo.
El "flan napolitano" es un término que genera confusión, ya que no tiene un origen directo en Nápoles, Italia. Su denominación parece haberse adoptado en México como una forma de distinguir esta versión más cremosa, enriquecida con leche condensada y evaporada, productos que llegaron al país en el siglo XX debido a la influencia estadounidense y al auge de los alimentos enlatados.
Hoy en día, el flan napolitano es un clásico en las mesas mexicanas y latinoamericanas, servido tanto en reuniones familiares como en restaurantes.