Anteriormente conocido como ' El Inglés', fue nombrado así en honor al pescador que condujo al ingeniero Peter Tattersfield, colaborador férreo de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) al naufragio, que se registró bajo el número 70 en la Reserva de la Biosfera de Banco Chinchorro por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Don Manuel Polanco.
Este es un velero, que posiblemente se hundió en la zona entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, y según los investigadores y arqueólogos marinos indican que es probable que quienes tripulaban el velero intentaron todo para evitar hundirse, esto a partir de observar el ancla.
Foto: INAH
La belleza marina que rodea al pecio es, sin duda, digna de admiración, que hace una combinación perfecta entre historia y belleza natural, ya que los vestigios se han anexado de manera natural y con los siglos a la Reserva de Banco Chinchorro, un lugar maravilloso en el estado de Quintana Roo y el INAH publicó fotografías que te hacen sentir en el lugar del descubrimiento.
Del casco de la embarcación no quedan restos, ya que la ubicación del mismo, que está entre dos o tres metros de la superficie, y seguramente al ser de madera, no logró sobrevivir al paso de los años y en el arrecife sólo se conservan partes sólidas del velero, entre ellos unos tubos, lingotes de arrabio, el ancla y un cañón.
Por el momento, las personas no tienen aún al naufragio esto debido a las investigaciones sobre su historia y por la contingencia sanitaria por el COVID-19, que han detenido los trabajos del SAS y el INAH.
Foto: INAH
Para este naufragio, según indica el Instituto, realizarán planos y revisará de manera detallada cada centímetro del lugar donde se ubica la embarcación para darlo a conocer a la gente de Quintana Roo y México, y así admiren la belleza coralina que tiene su propia historia.
Con información del INAH
CG