Recibe el nombre de Cenote Negro, por su característico color oscuro que se puede observar al fondo de la formación acuífera y la abundante vegetación que hay en sus al rededores, parte del encanto natural de Bacalar.
Sin embargo, también es conocido como Cenote La bruja a causa de una leyenda muy conocida entre los habitantes del municipio de Bacalar, en la que se dice que cerca de dicho cenote, vivía una anciana con más de cien años y que su hogar se encontraba tapizado de muñecas, lo que causaba el terror de los visitantes.
Se dice que, debido a la urbanización, las autoridades se vieron en la necesidad de desalojar a la mujer, pues en el lugar donde se encontraba su casa, se tenía planeado construir una escuela, sin embargo, a ella no le agradó esta acción y lanzó una maldición que consistía en que, cualquier persona que pisara ese terreno, enfermaría de gravedad o incluso llegaría a perder la vida.
Después de enterarse de esto, los habitantes se lo tomaron muy en serio e inmediatamente comenzaron a realizar ciertos rituales para evitar que se cumpliera. Este tipo de historias son las que suelen llamar la atención de los turistas que visitan Bacalar, pues por algún extraño motivo les atrae el misticismo que oculta el lugar, además de la belleza natural.
De los cuatro cenotes que se encuentran en Bacalar, el Cenote Negro o Cenote de la Bruja, es el más pequeño, con un diámetro de 130 m y su profundidad cambia de metro y medio a casi 100, debido a que es un precipicio natural.
Para bucear en este lugar es ampliamente recomendable contar con la compañía de un guía profesional, pues ya en las profundidades, existen ciertas formaciones rocosas, cañones y murallas que pueden complicar la travesía si no se cuenta con experiencia.
Con información de Destinos México
MA