Por su XXVIII aniversario
Miles de mujeres que acuden a los Grupos Al Anon y Alateen en todo el país participaron ayer en la oración de la Serenidad, que marcó el punto culminante del Congreso Nacional por el XXVIII aniversario de la fundación de esa mencionada organización dedicada a rescatar a personas enfermas por su manera de beber licor.
En Mérida las mujeres y jóvenes de Al Anon y Alateen se congregaron en la Casa de la Cristiandad, donde se abordaron diferentes temas relacionados con el alcoholismo como “Ahora te entiendo”, soy parte de ti”, “Hacia la unidad o hacia la singularidad”, “Viviendo la naturaleza espiritual de Al Anon”, “También yo existo”, “Ayuda mutua”, “Qué tan diverso es mi grupo”, “La magia de Al Anon funciona para todos”, “Yo no tenía a nadie”, “Sumando ganancias”, “Ser miembro de Al Anon no es una decisión personal y “Los principios de la organización”.
En la jornada de ayer se destacó que la negación del alcoholismo sigue siendo una de las principales barreras a las que se enfrentan las personas que padecen esa enfermedad, al señalar que no están enfermas y que pueden controlar o sobrellevarla y que no es para tanto y continúan consumiendo productos embriagantes.
Pero aquellas que poner en práctica los 12 pasos y los 12 lemas son las más convencidas de que sí es posible lograr una mejor manera de vivir sin consumir bebidas embriagantes o licor.
También se comprometieron a seguir transmitiendo el mensaje de Al Anon y de Alateen, a fin de ayudar a las personas que sufren por la manera de consumir.
También se puntualizó que otro aspecto importante para dejar al alcoholismo es que tanto familiares y amigos de alcohólicos asistan con regularidad a un grupo para comprobar la eficacia del programa.
Señalaron que hay personas que llegan a los 65 grupos distribuidos en nueve distritos en Yucatán, con mucho dolor e impotencia por el alcoholismo de sus seres queridos. Gran parte de su sufrimiento era por estar siempre tratando de controlar la enfermedad de sus hijos o de los padres, hermanos, tíos, etc., sin poder conseguirlo, porque sus familiares giraban obsesivamente en torno a la botella y ella hacía lo mismo en torno a los bebedores de su entorno.
Se le iba el sueño y la vida entera en tratar de encontrar el modo de que sus seres queridos alcanzaran la sobriedad, pero en el grupo Al-Anon uno aprende algunas verdades básicas que le hacen cambiar de estrategia a comprender que directamente no se puede hacer algo para detener la enfermedad de sus seres queridos, pero que un cambio de actitud en ella podía contribuir a la mejoría y a la recuperación de su familia.
(Víctor Lara Martínez)