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Yucatán

Sala Unitaria de Justicia para Adolescentes y CIJ

La experiencia y las estadísticas con que cuenta la Sala Unitaria de Justicia para Adolescentes se sumarán a las acciones del Patronato del Centro de Integración Juvenil (CIJ) para fortalecer y mejorar los programas preventivos y de rehabilitación en favor de las personas con algún tipo de adicción, manifestó ayer su presidente, el magistrado Santiago Altamirano Escalante.

Acompañado por el director del CIJ en Yucatán, Víctor Roa Muñoz, explicó que si bien existen desde hace muchos años programas de prevención en los tres niveles de gobierno, es necesario actualizarlos y fortalecerlos para que tengan mayor efectividad.

Sin embargo, subrayó que el abandono o desatención de los padres hacia sus hijos se considera como el mayor factor que puede ocasionar que el joven se incline a consumir algún tipo de drogas.

Recién nombrado vocal del Patronato del CIJ, el magistrado subrayó que con independencia de la colaboración que existe de manera cotidiana su participación permitirá que aporte el conocimiento que tiene sobre el impacto de las adicciones en los jóvenes, a la vez de buscar mecanismos por fortalecer económicamente al Patronato.

Juntos

—Vamos juntos con la parte administrativa a solicitar la colaboración de la sociedad para que se incorpore y participe en las distintas actividades para la gestión de recursos, agregó.

Puntualizó que la otra parte de la colaboración será con los datos que se captan relacionados con el estado legal y social en que se encuentran los jóvenes y cuáles son las drogas de moda, ya que en el transcurso de 20 años se ha modificado el consumo no sólo en el tipo de drogas, sino en la edad y sobre todo ahora en las mujeres.

Hasta hace 10 años –observó–, el consumo era de 4 hombres por una mujer, y hoy es de 6 hombres por 4 mujeres, lo que significa que se está incrementando el consumo en el sexo femenino.

Indicó también que hasta hace 10 años los temas relacionados a los jóvenes que llegaban al ámbito penal de la justicia era de aproximadamente 5 de cada 10 y en tres vertientes: el adicto, el que buscó experiencia y el que tuvo contacto con las sustancias.

—¿Los programas preventivos no han rendido frutos?, se le preguntó.

—Existen una variedad de programas del Estado federal, estatal e inclusive municipal, pero sucede en este momento, derivado de lo que está ocurriendo estadísticamente en el ámbito penal de menores de edad, que hace falta algo y tenemos 4 indicadores que hemos venido calificando que tienen que ver con: el ámbito familiar, de salud, académico y de convivencia con pares; estos 4 ámbitos están provocando es que en cualquiera de estos, juntos o separados, está teniendo efectos en la persona del menor de edad.

Comunicación

con los hijos

Un ejemplo –continuó–, hablamos del ámbito familiar y las circunstancias que generan un estado de vulnerabilidad: el abandono del menor y cuando hablamos de esto socialmente lo entendemos como aquel padre que deja a su hijo con el abuelo, tío o cualquier familiar, pero el abandono no radica esencialmente en ese abandono, el abandono existe en el seno de la familia, tiene que ver con aquel joven que durante todo el día se la pasa solo, que solamente ve a sus padres temprano o tarde, porque la dinámica de hoy en día obliga a que ambos padres trabajen.

Sin embargo, subrayó que ello no significa que se abandones a los hijos, “porque tú puedes tener ese contacto con tu hijo temprano y buscar la manera de tener contacto durante el día a través de una serie de herramientas tecnológicas que hoy tenemos, y por supuesto por la noche; ese contacto tiene que ser una comunicación con el joven y esta situación no está considerada dentro de los programas preventivos”.

En ese sentido, el magistrado enfatizó que hace falta entonces fortalecer y actualizar los programas preventivos, evolucionar en el método en el programa preventivo y hacer los programas preventivos universales.

Al abundar sobre la mayor vinculación que habrá con el CIJ, señaló: “En virtud de la necesidad del sistema, tenemos de manera permanente contacto con el CIJ, porque al ser una asociación civil y ser un ente adherido a los programas que sirven para la reinserción de los menores que cometen delitos hay una comunicación plena hoy, pero con independencia de esto se fortalece nuestra comunicación, nuestro contacto y vamos a tener una participación más activa en las necesidades del CIJ.

“Creo que es necesario clarificar el tema de los programas preventivos porque no se está diciendo que no se hacen y vienen de hace 15 años, lo que ha ocurrido es que se han quedado en un escalón y no han ascendido más escalones”.

Finalmente sostuvo que el consumo tiene que ver con el indicador del abandono de los hijos, al no estar los padres durante el día, además de que los padres no están actualizados en al manejo de las redes sociales. “Casi te puedo asegurar que de cada 10 padres 5 sí tienen contacto con las redes sociales, pero de esos cinco cuántos saben manejarlas, y los otros cinco no las conocen”.

No criminalizar a los consumidores

A su vez, Víctor Roa Muñoz dijo que desde un inicio, los Centros de Integración Juvenil se han conformado y se sigue promoviendo que los patronatos estén integrados por diferentes sectores y representa una ventaja y una gran oportunidad para poder trabajar en el sentido de no seguir criminalizando el consumo de drogas.

No todos los consumidores de drogas son delincuentes –remarcó–, pero desgraciadamente persiste esta estigmatización de que al consumidor de drogas se le ve y se le trata como un delincuente, cuando en la gran mayoría de los caso es así.

—¿Cómo debe ser tratado al consumidor de drogas?, se le preguntó.

—Como una persona que tiene uno o varios problemas, y tenemos que diferenciar el nivel de consumo, no es lo mismo intervenir con una persona que por lo general es un adolescente que está iniciando en el consumo, que está experimentando, que está haciendo un uso social u ocasional de la sustancia, a uno que ya tiene una dependencia o una adicción, y que si bien, sigue funcionando, requiere del consumo de las sustancias para seguir desarrollando sus actividades.

Expuso que hay una categoría de consumidores denominada disfuncional, donde su vida ya gira en torno al consumo de las drogas y entonces es proclive a desarrollar actividades delictivas.

Invitación a una carrera

Roa Muñoz reiteró la invitación a la sociedad en general a que colabore con el Patronato en especie o en efectivo para que pueda ampliar y mejorar sus servicios el CIJ en beneficio de más jóvenes.

Asimismo, dijo que los profesionistas jubilados o retirados que deseen colaborar con su tiempo también lo pueden hacer, ya que el personal con que cuenta el CIJ es limitado para atender la demanda de atenciones solicitadas. No importa la especialidad que tengan, aunque de preferencia que sean del área de la salud.

Recordó asimismo la necesidad de concluir el Hospital del CIJ, ya que sólo se ha terminado la primera fase y faltan la dos y la tres, para lo cual se requiere de una inversión aproximada de 25 millones de pesos.

Finalmente hizo una abierta invitación a la ciudadanía para que participe en la V Carrera contra las Adicciones a realizarse el próximo 25 de noviembre, con salida y meta en el Remate del Paseo de Montejo. El banderazo de salida será a las siete de la mañana con un recorrido de 5 kilómetros, así como también habrá una Caminata Familiar de dos kilómetros. Las inscripciones se pueden hacer en tres lugares: local del CIJ en la calle 55 entre 64 y 66; local del CIJ en el Periférico Sur, entre lo puentes de Dzununcán y X´Matkuil, y una semana antes en el Estadio “Salvador Alvarado”.

(Rafael Mis Cobá)

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