TIZIMIN, Yucatán, 29 de octubre.- Diviña Pascuala Oy Rivero se ha dedicado por 20 años a darle mantenimiento a las tumbas. Con esta actividad se gana la vida y ha crecido a sus hijos; antes de que su esposo falleciera aprendió cómo lavar a detalle el granito hasta dejarlo reluciente.
“Mi difunto esposo don Luis me enseñó cómo se deben lavar las tumbas, con paciencia, utilizando los líquidos que no las dañen. Desde antes que él muera, yo ya hacía mis extritas aquí en el panteón”, externó .
“En estos meses es cuando hay más trabajo, al igual en el mes de mayo. Cuando empecé a limpiar las tumbas
cobrábamos 50 o 100 pesos y los que tienen, a veces nos daban 120 pesos y ahora no le he subido más, pues les cobro de 150 a 200 pesos, eso me da para comer y guardar un poco”, mencionó esta mujer,mientras terminaba una de sus tareas.
“Me gusta el trabajo; toda esta parte chapeábamos; el trabajo a mí no me asusta. Lástima que no soy hombre, si no, pelearía para que me den este lugar para que yo trabaje, porque sé cómo es el manejo, sé dónde está enterrada cada persona, sé los apellidos y se en qué puntos están”.
A Doña Diviña se le puede encontrar en el panteón nuevo, donde seguramente estará trabajando como siempre, en este lugar, varios familiares también han estado yendo a limpiar y lavar las criptas de sus seres queridos.
(POR ESTO! / Corresponsalías)