Pilar Faller Menéndez
Estos dos temas, muchas veces considerados en las escuelas o en los hogares como algo que no tiene utilidad para la vida laboral futura, y por lo tanto son consideradas como optativas en la educación en general, son por el contrario, una parte muy importante para el desarrollo de la vida en general, y pudiera afirmarse, un derecho que debería de tomarse seriamente en cuenta al establecer en los planes educativos, así como en el entorno familiar.
Las artes poseen la facultad de proporcionar una mejora en la calidad de vida en las personas y comunidades, ya que son una poderosa herramienta que impulsa el desarrollo emocional e intelectual a aquellos que encuentran en las expresiones artísticas, un lenguaje y una plataforma que les permite comprender el mundo y crear una conexión con otras personas.
A pesar de lo anterior, las múltiples expresiones de la cultura, siguen sufriendo de desigualdad y muchas veces son marginadas al no permitir que formen parte de muchos estratos sociales, y las barreras que impiden su acceso son múltiples, como la posibilidad de tener un acercamiento a la infraestructura, así como la carencia de una formación artística que impide a parte de los ciudadanos disfrutar de la estética cuando entra en contacto con el arte, ya que no lo comprende, siendo el arte una de las manifestaciones más elevadas de la actividad humana que permite un desarrollo y una evolución en este caso del artista, cuando éste expresa su visión personal, sin más interés que interpretar lo real o imaginado a través de la pintura, de la música y de la literatura.
Científicamente se ha demostrado que el estudio de las bellas artes a una edad temprana, cultiva una sensibilidad que lo conduce a desarrollar una ética sólida cuando llega a la edad adulta. Por citar un ejemplo, la música ayuda a la concentración, ya que desarrolla el sentido del oído, lo cual permite que seamos más perceptivos, y permite profundizar en nuestro interior.
La literatura permite desarrollar el pensamiento, y nuestro lenguaje comienza a adquirir otra estructura y nos permite expresarnos con más claridad y nuestro vocabulario se vuelve más extenso.
En el caso de la pintura, dibujo y escultura, que es un proceso más complejo, permite reunir diversos elementos que hacen de esta experiencia la posibilidad de crear un todo con un nuevo significado, y este proceso de seleccionar e interpretar permiten que la persona proporcione algo de sí misma: saber cómo piensa, cómo siente y cómo ve.
El teatro, es considerado como un proceso de aprendizaje que permite el desarrollo de la creatividad, ya sea individual o grupal, que estimula la integración en conjunto que permite desarrollar el vínculo del juego dramático y la confianza personal. En la danza, que se promueve un trabajo en equipo, tiene como consecuencia la asimilación de valores como el respeto a la diversidad, a la tolerancia, al trabajo en equipo, cooperación y el conocimiento de la propia identidad.
Con la impartición del estudio de las artes, no se pretende hacer de los alumnos artistas, aunque pudiera ser el caso de que encuentren en ellas una vocación. La intención es promover la apreciación para fomentar el disfrute de las mismas y los beneficios que conlleva el poder estar en contacto con ellas.