PROGRESO, Yucatán, 25 de septiembre.- “De los labios nos brotaban risas y cánticos alegres, hasta decían las demás naciones, realmente es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos”.
El Pbro. Francisco Alfonso Hernández, pastor de la Iglesia bautista El Buen Pastor, en su culto mencionó que lo que Dios hizo por nosotros fue realmente maravilloso y nos llenó de alegría. “Hay dos cosas que usted no puede ocultar, la tos y el amor, usted no puede mantener su actitud como algo secreto porque se va a ver en su rostro, en su voz y en sus acciones”, aseveró.
Por eso hoy le insto –prosiguió- para que tenga una actitud positiva acerca de la vida, la experiencia sabemos que la vida está llena de altibajos, no importa quién seas, cuánto dinero tengas, o en qué parte del mundo estés, a todos nos va a tocar vivir experiencias tanto felices y exitosas como dolorosas y negativas.
Hay personas que quisieran tener el control de las cosas y eso les causa estrés y angustia, por lo tanto, céntrate en lo que puedes controlar, no podemos cambiar las cosas que no podemos controlar.
Por mucho que te angusties, el resultado seguirá siendo el mismo. No malgastes energía y esfuerzo en cosas que te hacen sentir impotente.
Todas y cada una de las situaciones que vives, hasta las más malas, te enseñan algo, quizás a ser más fuerte, a saber, que de esa forma que lo has intentado no sale bien, a amar más.
Tu eres quien decidirá qué aprendizaje sacar de esa experiencia, también debes aprender que lo único constante en la vida es el cambio, y al igual que todo, las situaciones negativas y desagradables también pasan.
Que debes hacer es quedarte con todo lo positivo y útil de esa situación desagradable, porque una lección aprendida es una prueba a tu capacidad de recuperación y crecimiento.
Por último, la lección más importante que debemos aprender es que Dios quiere que tengamos una vida plena, por eso Jesús dijo ha venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.
Estar en Cristo es aprender a tener vida para vivir la vida, El se encuentra la diferencia entre la superación de los problemas de la vida y ser vencido por ellos, porque en Cristo eres más que vencedor.
Que tu oración sea, “Señor Jesús te doy gracias por darme vida, física, emocional y por medio de Jesús darme vida espiritual. Estoy honrado y agradecido por el amor, cuidado, favor, gracia y por hacerme ser una persona vencedora en ti, gracias por la vida abundante que me prometes dar a nombre de Jesús”, finalizó.
(Julio Jiménez Mendoza)