VALLADOLID, Yucatán, 25 de septiembre.– Una culebra venenosa mordió al señor Florencio Ek Cobá, vecino de Chichimilá, tuvieron que amputarle la pierna, desde entonces pide caridad que la gente de buen corazón le da para mantenerse.
Pedir limosna o caridad no es causa de vergüenza, es una forma de buscarse la vida mediante la petición de ayuda a la gente para sobrevivir cuando ya no se puede trabajar físicamente, y siempre habrá gente caritativa que depositará unas monedas en su latita o sombrero.
Hace 8 años, Don Florencio Ek Cobá fue mordido por una “4 narices” o “Wol Poch”, como se llama en maya a estas culebras, y tuvieron que amputarle la pierna, desde entonces llega a esta ciudad para pedir limosna que la gente amablemente le da o lo ayuda con unos pesos.
Así como él, muchas personas piden limosna porque no pueden trabajar físicamente, sin embargo siempre habrá gente de buen corazón que ayudará a estas personas a vivir mediante este acto como último recurso para su sustento.
(Manuel Vázquez Rivero)