El legendario árbol de chacá (Bursera Simaruba), objeto de leyendas y al que se le atribuyen propiedades curativas, se ha vuelto una moda en nuevos fraccionamientos, desarrollos y casas habitación, debido a la manera fácil con que se planta y porque se trata de una planta noble, aunque no es funcional para dar sombra.
Sin embargo, de acuerdo con especialistas, este árbol cumpliría más bien con una función meramente estética, porque no se trata de un árbol que dé mucha sombra, además que al ser caducifolio implica que en determinada época del año se queda sin hojas.
No obstante, en los últimos tiempos ha crecido la presencia del chacá en diferentes desarrollos, sobre todo al Norte de la ciudad, y a pesar de que éste no se encuentra entre las especies recomendadas para el arbolado urbano, como sí lo son robles de gran porte como beek o roble (Ehretia Tinifolia), makulís (Tabebuia Rosea), makulís amarillo (Tabebuia Chrysantha), ciricote o k’opte (Cordia Dodencandra), ramón u oox (Brosimum Alicastrum), chak oox (Trophis Racemosa) y guaya india (Talisia oliviformis).
Noble y adaptable
También otros de porte mediano o pequeño, como la flor de mayo (Plumeria Rubra), balché (Lonchocarpus Punctatus), katsin ek’ (Pithecellobium Keyense), k’anisté (Pouteria Campechiana) y guayacán (Guaiacum Sanctum), incluso la guanábana (Annona Muricata), saramuyo (Annona Squamosa) o naranja agria (Citrus Auriantium).
El chacá, a pesar de no estar entre las recomendaciones de plantarlo en la ciudad, aparece cada vez más en diferentes espacios y, al parecer, esta elección responde únicamente a una elección estética y porque es muy fácil de plantar y, además, se trata de una planta noble que se adapta con facilidad al terreno.
Sobre este tema, el ingeniero Gerardo Medina y la Dra. Lilia Carrillo, encargada de las colecciones del Jardín Botánico Regional “Roger Orellana” del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), confirmaron que ha crecido la elección por plantar este árbol en diferentes puntos de la ciudad.
La razón, comentaron, puede radicar en que este árbol se planta por estacas, es decir, un árbol se puede seccionar y un pedazo de éste se pone directamente en la tierra y listo, crece sin mayores problemas.
Esto, comentaron, hace más fácil plantar el árbol y más barato, por lo que se ha convertido en la elección de muchos desarrolladores, principalmente en el Norte de la ciudad.
Este árbol se observa en nuevos desarrollos, en plazas comerciales como La Isla o The Harbor, e incluso afuera de casas habitación en el Centro de la ciudad.
Fácil de plantar
“Además de que es fácil de plantar porque se hace por medio de estacas, tiene un fuste realmente recto y gusta mucho el tronco por sus escamas y su color verdoso y a veces rojo”, expuso la Dra. Lilia Carrillo.
Sin embargo, ambos especialistas comentaron que al parecer esta elección responde a una simple moda, como ha sucedido con otras especies en su momento, como el ciricote o el makulí, que también se pusieron de moda y en algún momento se plantaban en todos lados.
Dijeron que, por ejemplo, así fue con el maculí hasta que se llegó a la conclusión que generaba mucha basura y ha pasado también con otros árboles que incluso no son nativos, como el neem, que en algún tiempo proliferó en todos lados.
En este sentido, señalaron que el chacá respondería a cuestiones sólo estéticas porque no es funcional, no tiene gran follaje, sólo es muy largo el tronco, pero no es muy apto para dar sombra, de la misma forma, es una planta caducifolia que en alguna época del año se quedará sin hojas, generando basura y cero sombra.
“En alguna época del año se va quedar sin hojas, aunque lo riegues y lo riegues, por lo que no es funcional”, señalaron.
Además, Gerardo Medina dijo que hay muchos mitos acerca de que este árbol es medicinal, pero no hay estudios científicos que avalen esta creencia.
“Hoy tenemos un árbol que se está plantando porque está de moda, porque es fácil plantarlo, es barato y es una planta que es muy noble y se adapta fácilmente a cualquier terreno”, comentaron.
Además, señalaron que se trata de un árbol que no tiene un gran desarrollo de raíces, aunque no hay que confiarse porque hasta el árbol más noble e inofensivo puede generar un daño con sus raíces si no se le planta adecuadamente.
La regla general, dijeron, es plantar a un mínimo de distancia de cualquier muro o tubería y si no se hace lo correcto incluso una palmera puede generar daño.
El chacá es un árbol que puede alcanzar hasta 15 ó 20 metros de altura, con un tronco recto y escamoso y con ramas en la copa. También da flores de color crema-verdoso muy aromática, florea de febrero a mayo; los frutos son cápsulas drupaceas de 1 a 1.5 cm, es una especie caducifolia.
Cualidades curativas y leyendas
Se asocia a cualidades curativas a través del cocimiento de sus hojas y tallos, para calmar dolores e inflamaciones y para padecimientos como asma, tos, como expectorante, para el sarampión, fiebre, lavar heridas, resfriados, infecciones por hongos, trabajo de parto, infecciones intestinales, bajar de peso (obesidad), gota, reumatismo, purificar la sangre, sangrado nasal, entre muchos otros padecimientos.
Además, el chacá está asociado a la leyenda maya que cuenta que existió un rey llamado Chechén, que cometió terribles excesos con su pueblo, pero la situación llegó a ser tan grave que el pueblo se sublevó y el rey fue perseguido y muerto en la revuelta, pero antes de morir juró que iba a vengarse.
El rey se sepultó en la selva, alejado del pueblo y meses después de su tumba empezaron a brotar hojas de una planta que en ese momento no era conocida, hasta convertirse en un árbol oscuro, recio y con veneno, que se extendió por la selva, como lo que habría conseguido extender su maldad con su savia dañina. El árbol fue bautizado como chechén.
Pero después una bella princesa maya, bondadosa y muy querida, llamada Chacá, enfermó de gravedad y murió joven, y el pueblo decidió enterrar el cuerpo de la princesa junto a la tumba del temido Chechén, para que su bondad alejara la maldad de éste.
Ambos árboles se extendieron de igual manera, por lo que se dice que hoy donde aparece un chechén hay un chacá.
(David Rico)