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Yucatán

¡Se vende un tren completo en 1870!

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

¿Sería que el cultivo del henequén ya comenzaba a fabricar millonarios? Porque, oiga Ud., eso de vender un tren completo no ocurre todos los días en Yucatán.

Veamos los pormenores de este anuncio aparecido en La Revista de Mérida el 22 de mayo de 1870:

SE VENDE UN TREN COMPLETO y en un buen estado de seis carros de tráfico. El que guste hacerse de todo el tren, o bien de la parte que quiera, puede acercarse a entrar en arreglos con Marcos Duarte Troncoso.

Una librería que vendía sorbetes

Cosas de aquellos tiempos en que Mérida despertaba a una época de bonanza con el inicio de la industria del henequén:

SORBETES. Los que necesiten sorbetes o helados de toda clase de frutas de la estación, o extranjeras, mantecados, etc., ya para las familias particulares, ya para días de campo, bailes soirees, reuniones, etc., sea con servicio o sin servicio, pueden dirigirse a la tienda El Perro o a la Librería Meridana, donde se ejecutarán las órdenes que se reciban con tres horas de aviso anticipado.- El servicio de lujo se paga por separado. Precios módicos, y pago anticipado. Todo con el más escrupuloso aseo y limpieza.

Entonces si en la librería venden sorbetes, habría la posibilidad de que en las sorbeterías vendieran libros.

Bueno, esto ocurría hace 150 años…

Salud mental (la tristeza)

Por Jorge Parra Zapata

A través de la vida, los seres humanos nos vamos llenando de una serie de acontecimientos que pueden incidir positiva o negativamente en nuestro estado de ánimo, consecuentemente, debemos procurar tener siempre bien equilibrado nuestro estado emocional, es decir, que nada ni nadie nos afecte más de lo normal, ya que cuando esto sucede, se daña muy seriamente nuestra salud mental, por ejemplo, cuando por algún motivo sentimos tristeza, si no la sabemos manejar adecuadamente, ésta nos puede llevar a sus grados máximos como son: la ansiedad y la depresión, las cuales pueden ser de consecuencias impredecibles, desde luego que es hasta cierto punto normal que todos pasemos por momentos de tristeza, por ejemplo: la pérdida de un ser querido, una enfermedad, una separación o quedarse sin empleo, que a nuestro juicio son los principales detonantes de la tristeza que nos podrían llevar a sus grados máximos, ya que existen otros grados que no son tan agresivos como los anteriores, por ejemplo el aburrimiento que es una manifestación mínima de la tristeza y que sin querer lo reflejamos al volvernos apáticos y perezosos, nos sentimos deprimidos, impotentes, vulnerables o discriminados, desde luego que esos aspectos de la tristeza son muy fáciles de superar, siempre y cuando recurramos a los mecanismos que los combaten como por ejemplo la lectura de un buen libro, viajar, dar un paseo, escuchar música, asistir al cine o al teatro, charlar con los amigos, etc.

En realidad lo más recomendable cuando la tristeza nos invade es la distracción en cualquiera de las formas que más nos agraden, siempre y cuando no recurramos a las drogas y al alcohol ya que éstos acrecientan los grados de la tristeza.

Lo que nunca debemos hacer es pensar en venganzas y buscar culpables de las causas que originaron nuestra tristeza, por el contrario debemos activar nuestra inteligencia para enfrentarla, ya que tenemos la suficiente capacidad para superarla.

Desde luego que cuando llegamos a los niveles más altos de tristeza como son la ansiedad y la depresión, las cuales son muy difíciles de controlar por uno mismo, se hace indispensable buscar la ayuda de expertos en salud mental, ya que es el momento de ponernos en manos de un psicólogo o un psiquiatra.

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