Ayer, 1 de noviembre, el día estaba marcado en el calendario escolar como inhábil, pero buen número de estudiantes decidieron acudir a las aulas no precisamente para tomar clases, sino para llevar a cabo actividades relacionadas con el Janal Pixán.
Informamos que este fin de semana pintaba como inusual, pues la tercera parte de la matrícula escolar de educación básica de las escuelas públicas tendría actividades el viernes 1 de noviembre, aunque estuviera marcado como “suspensión de labores estatales”.
Fueron mil 60 planteles que eligieron tener actividades ese día, como muestras de altares en el marco del Janal Pixán, o sea, no hubo clases.
Así, todos estos planteles tuvieron actividades, en su mayoría relacionadas con muestras de altares y celebraciones por el Janal Pixán, como en el caso de la escuela primaria “Joaquín Ceballos Mimenza” del Centro de la ciudad.
Ahí se llevó a cabo una magna muestra de altares, en la que participaron todos los estudiantes y sus familias, desde los de primer año hasta los de sexto.
El patio de la escuela se convirtió en una muestra de altares, con los colores, olores y sabores del Janal Pixán, y con una alegría de todos los presentes por participar en una actividad enfocada a la preservación de las tradiciones.
Convivencia familiar
El director de plantel, Justo Gabriel Bravo Rodríguez, destacó que esta actividad se hizo pensando en la participación no sólo de los alumnos, sino también de sus familiares, por lo que se decidió aprovechar el día y que los papás y las mamás se sumaran a la actividad.
Finalmente dijo que fue un éxito, pues se instalaron altares muy bonitos y con todos los elementos del Janal Pixán, además que fueron los propios estudiantes, desde primero hasta el sexto, los que hablaron del contenido de su altar y los significados.
“La idea es llevar a cabo una actividad con la participación de los papás y para que esta tradición no se pierda con las nuevas generaciones, porque hoy tenemos mucha influencia de lo que es el Halloween”, señaló.
Todos los pequeños, niños y niñas, acudieron vestidos con el traje regional, de mestizos y mestizas, y sobre los altares se colocaron la cruz, el atole, tamales, veladoras, el “xec” y otras ofrendas para dar la bienvenida a los difuntos.
El maestro destacó que, además, es importante porque la actividad se llevó a cabo en el primer día de la celebración.
“Pero aquí lo más importante es la convivencia familiar y, de hecho, es uno de los puntos que se calificaron, porque para nosotros era muy importante lograr la participación de las familias con los alumnos”, expuso.
La maestra jubilada, Cecilia Peña Sierra, quien participó como jurado, destacó la convivencia familiar entre padres y alumnos, lo que dijo abona a lo que se quiere el día de hoy de llevar a cabo una educación en la que los papás participen activamente.
(David Rico)