Don Ezequiel clama por ayuda

CALOTMUL, Yucatán, 21 de noviembre.-“Quiero ir al doctor pero no tengo el dinero para ir al Hospital San Carlos, tengo Seguro Popular pero para los pasajes cuesta 150 pesos y no tengo”, exclamó con mucho dolor Ezequiel Guillermo Aguayo.

Está a punto de perder el pie, la falta de recursos es el principal problema para ir con el doctor para que se le realice la curación necesaria para que cicatrice. Don Ezequiel cuenta con 66 años de edad, vive solo y en condiciones lamentables.

Guillermo Aguayo es originario de la Comisaría de Tahcabo. Lamentablemente no cuenta con los medios suficientes para poder trasladarse hasta el hospital de Tizimín para que se le haga la curación necesaria de uno de los pies que le fue amputado hace unos meses.

Su situación es muy triste y lamentable. “No quiero que me lo vuelvan a cortar, necesito medicamentos, quiero que me apoyen, pero no sé quién pueda hacerlo. Aunque me digan anda ver no puedo”, explicó.

El sexagenario mencionó que a pesar de estar en estas condiciones se apoya con su otro pie. El otro está amputado y tiene una prótesis. A pesar del inmenso dolor toma sus muletas y se dirige hasta el Centro de la población a comprar sus tortillas apoyando parte del talón que se encuentra en muy mal estado y engangrenado. “Quiero conseguir una moto adaptada”, dijo.

El pie derecho lo perdió en un accidente, sin embargo, parte del pie izquierdo se lo amputaron por haberse llagado por la diabetes que padece hace más de 30 años.

Él se controla con solo pastillas que le recetó el médico. En diciembre le otorgan medicinas para su control.

“Llevo una vida pobre, estoy solo, murió mi familia, tengo una parcela y la quiero vender para que pague que me curen, no es por gusto, lo necesito, si sale un comprador se lo vendo porque ya no puedo caminar, quiero que me apoyen”, agregó.

“Mis hijos viven en la pobreza y por lo tanto muy poco me pueden apoyar, mi vida es muy difícil antes me dedicaba al campo, fui torero y umpire”, dijo.

“Necesito láminas de cartón para mi cocina, muchos me dicen que reparten pero no puedo ir, necesito que me apoyen”, exclamó.

Pidió a la sociedad su ayuda para que pueda recibir atención médica y además de mejorar sus condiciones de vida mientras Dios se lo permita.

(Efraín Valencia/ Carlos Euán)