Síguenos

Volver

ÚLTIMA HORA

El Tiempo

Tormenta Tropical John se dirige hacia Oaxaca y Chiapas

Volver

Yucatán

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Por J. Parra

Muy buena noche tengan todos los aquí presentes, esta noche afloran en mí dos sentimientos: la alegría y la gratitud.

La gratitud porque cuando vine por vez primera a este Instituto Tecnológico de Monterrey, sin conocer a nadie, pero con el deseo firme de estudiar en esta escuela, pasé muchísimas penalidades, tenía solamente 17 años y a escasos 100 metros de aquí, en donde se ubica el atrio de la Capilla de San Juan Bosco, buscaba un rincón en donde dormir, pero ya tenía un plan trazado para que mis sueños de estudiar en esta institución se hicieran realidad y no claudiqué un solo instante a pesar de los sufrimientos que padecí, pero debo agregar que tuve la enorme fortuna de conocer al ingeniero Encalada, quien me dio una beca, y así pude continuar mis estudios, a él toda mi gratitud y mi permanente agradecimiento.

Esta noche también es para mí de mucha alegría viendo en ustedes la gran felicidad que les invade por haber alcanzado el sueño anhelado, gracias al estudio, esfuerzo y dedicación, pero, además, veo en ustedes a una juventud alegre, deseosa de triunfar y de transformar a nuestro país, sé que podrán lograrlo para satisfacción de nosotros sus maestros, sus familiares, sus amigos y en especial sus padres que esta noche nos acompañan.

Hoy quiero decirles que tengo dos familias: la de sangre que comparto con mi esposa y mis hijos y mi gran familia que son ustedes mis alumnos, ex alumnos, maestros y todo el personal que labora en esta institución, ya que todos juntos hemos llenado de prestigio a nuestra escuela, que es considerado como el mejor instituto tecnológico del país con varios reconocimientos a nivel internacional.

Hoy quiero compartir con ustedes el decálogo de mi testamento, mi familia ya lo conoce, deseo que ustedes también, porque estoy seguro que si siguen esa mística van a ser inmensamente felices, van a trascender, van a gozar de una gran paz interior, la cual no se compra con dinero y Dios se la da a quienes tienen el propósito de servir a los demás.

1.- Sean honestos y honrados, respetando todo el tiempo el estado de Derecho. Caminen siempre con la frente en alto y las manos limpias, que no tengan nada de que arrepentirse y avergonzarse.

En la toma de decisiones, fíjense muy bien lo que pretendan hacer, porque puede repercutir negativamente.

Varias veces, por nuestra falta de madurez cometemos muchísimos errores. Maduren.

Cuiden muchísimo su presencia, recuerden, como les ven les tratan, el ser pobre no es pretexto para no ser pulcro.

La limpieza y el cumplir a tiempo con nuestras obligaciones, honra y prestigia a quienes han hecho de esos conceptos su forma de ser.

Nunca olviden que: el fin justifica los medios, siempre y cuando los medios estén dentro de las normas que dictan la moralidad y las buenas costumbres.

Procuren poner orden y disciplina en sus vidas, vean el orden como algo prioritario, nuestro país tiene fama de desordenado, hasta en la forma de hablar es desordenado. Acabemos con esa costumbre.

2.- Sean emprendedores, arriésguense, piensen en grande, hagan realidad todo aquello que parezca imposible, ustedes ya tienen las mejores armas que son el estudio y la preparación. Ahora es el momento de hacer una buena planeación y llevarla a la práctica.

3.- Siempre prefieran los errores de una locura, a pesar de precavidos, porque en esta vida vale más fracasar al intentar el triunfo, que dejar de triunfar por miedo al fracaso.

Sean resistentes, porque nada ni nadie les va a golpear tanto y tan fuerte como la vida, resistan y sigan luchando.

El éxito fraguado en la adversidad, me ha enseñado que es: más valioso, más noble y sabe mejor.

(Prosigue mañana)

SIGUIENTE NOTICIA

Yucatán

Nueva directiva de Red Literaria del Sureste-Nuestra América.