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TIZIMIN, Yucatán, 18 de diciembre.- Con mucha esperanza en ganarse unos pesos varios habitantes de los alrededores de la plaza de toros donde se construye el coso artesanal y en cuyas viviendas emprenden pequeños negocios productivos durante la Feria de Reyes con ansias esperan que este año con la visita de mucha más gente de la que se acostumbra generen mayores ingresos que mejoren su calidad de vida.

Coinciden en que esperan recibir en este sitio donde se realizan las corridas de toros de los diputados de feria a partir del 31 de enero, a millones de personas que demanden sus diferentes servicios, tales como los que ofrecen comidas y bebidas a los visitantes, botanas, centros recreativos y llenos de diversión, así como sanitarios públicos y estacionamientos para obtener la tan anhelada derrama económica que esperan sea redituable cada año como resultado del fruto de sus trabajos.

Pedro Pablo Barrera Novelo es uno de los más representativos, quien fue uno de los primeros que empezó a imprimirle ambiente a los alrededores del coso artesanal, ante la necesidad de la gente de un lugar donde divertirse, lleno de alegría y como volviendo a vivir sus inicios dijo que su pequeño stand surgió desde hace más de 20 años después de la quema del Palacio Municipal cuando se cambiaron de sede las corridas de toros como se describió en pasada publicación del POR ESTO!

En aquel entonces fue el primero que empezó la venta del carnero asado en la placita de toros, que incluso lograba vender 30 animales al día, contrario a la actualidad en que hay más competencia porque venden por doquier.

Señalan que es bueno porque a la gente le gusta comer este platillo y es representativo. Actualmente ofrece a los visitantes un lugar donde pueden beber tomar bebidas refrescantes y a la par disfrutar de la música viva, tropical, cumbiambera, ranchera e incluso romántica.

En el stand que solamente funciona durante la feria, se congrega el mayor número de personas que en familia acuden a deleitarse con la buena música de su tradicional tecladista Jesús Medrano, para corearla y sobre todo para dar sus mejores pasos en la pista de baile.

“Si la gente viene a los tablados como se le conoce a este lugar y no visita el local de Pedrito Barrera, simplemente se puede decir que no vino a la Feria de Reyes”, puntualizó.

Reveló que ahí se hacen presentes personas de todas las clases sociales que disfrutan de un agradable ambiente de fiesta, que incluso casi todos bailan y se enardecen cuando interpretan un tema muy cadencioso que le han compuesto y que lleva su nombre, pero sobre todo donde siempre se está pendiente de su seguridad y de que nadie los moleste para que se vayan con un buen sabor de boca.

Al igual que su vecino Filiberto Pool Pat, quien ofrece servicio de sanitarios y de baños con regaderas con agua caliente y fría.

Realizan mejoras a sus locales a través de trabajos de albañilería para ofrecerles un mejor servicio a los visitantes.

Don Filiberto muy animado dijo que lo visitan personas de todas partes, pero sobre todo de Playa del Carmen y de Cancún que ya tienen la confianza y la costumbre por la higiene que tienen sus baños, por lo cual externó que es necesario invertir y mejorarlos, además de que a diario se mantienen limpios durante la feria. Indicó que en un día en el que llega mucha gente logra obtener mil 200 pesos y en el día más bajo entre 600 a 700 pesos.

Mencionó que sus baños públicos surgieron hace más de 20 años por la necesidad de muchas personas que requerían este servicio y le prestaban los de su hogar por lo que decidió construir cinco sanitarios donde módicamente cobra cinco pesos a los usuarios.

Virginia Pat Medina es una persona de la Tercera Edad, quien también ofrece a la gente sus baños públicos y se esperanza de lo que recaude a través de estos servicios para obtener los recursos económicos necesarios que los ayuden a sobrevivir durante el año, ya que su esposo Ceferino Pool Chí por los achaques de la edad no puede caminar y requieren de estos centavos para mantenerse.

Dijo que para emprender esta breve actividad tuvo que vender sus alhajas que durante toda su vida adquirió y con ello costeó la construcción de los baños.

Wilbeth Medina Aguiñaga es un taquero que desde hace nueve años también vende en la esquina del coso y tiene la esperanza de que mucha gente venga este año y deje buenas ganancias, indicando que su mayor satisfacción es que los visitantes deleiten su paladar con los alimentos que les ofrece y se lleven una buena impresión de Tizimín.

Es así como estos habitantes y varios de los alrededores de la denominada placita de toros tienen la confianza de que muchos visitantes acudan a la feria patronal y con el consumo de los productos y servicios locales logren obtener los recursos necesarios para alimentar a sus familias.

Consideran que Tizimín está en los ojos del mundo con su feria anual y por ende también debe beneficiar con buena derrama económica a quienes con anhelo esperan esta etapa del año dando lo mejor de sí para satisfacer a sus consumidores y trabajando noche y día para recaudar los recursos que tanto necesitan.

(Texto y foto: Luis Manuel Pech Sánchez)

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