VALLADOLID, Yucatán, 23 de diciembre.- Cada día el turismo cultural va incrementándose en la “Sultana de Oriente”, debido a que la cabecera municipal posee rasgos culturales e históricos únicos y que no pueden ser hallados en otros sitios del país, al ser producto del singular mestizaje entre la cultura española e indígena.
El llamado turismo cultural, definido como aquel viaje motivado para conocer, comprender y disfrutar el conjunto de elementos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad, ha incrementado de manera significativa en Zací y para comprobarlo basta percatarse de los sitios por los que usualmente preguntan los visitantes a su llegada a Valladolid.
Lugares como la Iglesia de San Servacio, el Palacio Municipal, el Museo de San Roque y el Ex Convento de San Bernardino de Siena, se han transformado en sitios de visita obligada para quienes tienen poco tiempo y no pueden darse la oportunidad de visitar otros sitios ubicados en las cercanías de la ciudad, como podrían ser las zonas arqueológicas de Ekbalam o Chichén Itzá.
Es precisamente el templo de San Bernardino de Siena el que últimamente se ha convertido en un poderoso imán para cientos de turistas, especialmente europeos, que han expresado su admiración por el arte sacro que ahí se encuentra.
Actualmente, el Ex Convento, que en su momento albergó a numerosos monjes franciscanos, guarda en su interior decenas de obras de arte religioso hechas de madera, piedra o yeso, que en su momento sirvieron en el proceso de evangelización de los mayas.
Los maravillosos detalles pueden ser observados desde la entrada principal y en todo el interior del templo, con los bellos retablos, imágenes y multitud de cuadros y murales ubicados en las paredes, algo impresionante si se toma en cuenta que, durante la Guerra de Castas, la iglesia fue saqueada y dañada, como gran parte de la ciudad.
Algunos de los elementos más admirados por los turistas incluyen el Retablo dedicado al Cristo Redentor y que gracias a su restauración, puede observarse un arte de gran belleza tallado en el Siglo XVII.
De igual forma, puede admirarse el Retablo de la Encarnación, talla en madera policromada y estofada, de 402 por 272 centímetros, que en su momento fue restaurado por el Fomento Cultural Banamex Asociación Civil.
Por otro lado, se menciona que si bien algunas obras pasan desapercibidas para quienes están habituados a verlas cotidianamente, cobran especial relevancia para los amantes del arte sacro, como el caso del remate del Retablo Mayor, conformado con un parapeto perfilado que contiene un corazón rodeado de una corona de espinas, en cuya parte central y superior emerge una cruz, definida como una imagen idéntica a la del Escapulario de los franciscanos.
El templo incluye también una serie de murales hechos a mano, en los que puede notarse la Procesión de los Santos, que por el paso del tiempo y de manera lamentable, se han ido disolviendo poco a poco.
Se destaca que el Ex Convento de San Bernardino es uno de los siete edificados en todo el Estado, siendo que es el segundo más grande, sólo superado por el existente en Izamal, situación que es ampliamente conocida por algunos turistas y que en parte ha provocado que se convierta en un sitio de visita obligada para todos los que llegan a Valladolid.
(Alfredo Osorio Aguilar)