VALLADOLID, Yucatán, 28 de diciembre.- Un taller con olor a cuero, llantas y el sonido del martillo, pieles curtidas de animales, clavos, agujas, cera, hilo, Resistol y demás herramientas y materiales para dar forma y concluir con las manos mágicas de Alfonso Cetina, una variedad de artículos personales como huaraches, zapatos, bolsos, cinturones, carteras, etc. Especificando que no sólo se dedica a la elaboración de ellos, sino también hace reparaciones de los mismos.
Comentó que cuenta con 41 años y que este oficio lo aprendió desde muy pequeño de su apreciado padre que se lo heredó, puesto que él ya ha fallecido, mencionando que de igual manera se lo enseñó a su madre Vicenta Canché y Cupul, quien tiene 66 años y más de la mitad de su vida la ha dedicado haciendo este noble trabajo, que es realizar estas excelentes artesanías.
Son variados los tipos de reparación que realizan, como cambios de suela, cambios de cierre, trabajos especiales por encargo para diabéticos o personas con alguna discapacidad; dijo no limitarse a lo que les soliciten.
Se pudo constatar la demanda que tienen por parte de habitantes de este municipio para encargarles algún trabajo relacionado a esta área de servicio. Es importante recalcar que ellos pertenecen a una gran familia en la que la mayoría se dedica a esta actividad de la talabartería.
(Ariel Sánchez Gómez)