TIZIMIN, Yucatán, 4 de diciembre.- Una familia tizimileña vive en el abandono, en una situación muy precaria, logran sobrevivir con 50 pesos diarios y en su humilde casa construida de láminas de cartón y palmas de huano, las bajas temperaturas les calan hasta los huesos, por lo cual desesperados claman que las autoridades les brinden ayuda.
Ermilo Cano Canché, quien vive con su esposa y un nieto con discapacidad, dijo que gobiernos anteriores han ignorado sus múltiples solicitudes, a pesar de ser de los habitantes fundadores de la comisaría de Santa Rosa y Anexas.
Simplemente, las autoridades federales, estatales y municipales, así como los que ocupan el cargo de comisario en su población, los han ignorado en los programas de vivienda y de construcción de baños que tanto les urge a este par de ancianitos y su nieto que se encuentra postrado en una silla de ruedas, después de su operación de un tumor cerebral hace varios años.
Don Ermilo pregunta por qué los gobiernos anteriores y el actual los tienen en el abandono y no toman en cuenta su solicitud de una vivienda digna ¿Qué les he hecho? Se pregunta al relatar que sobreviven con 50 pesos diarios viendo como estirar la pensión del adulto mayor que le otorgan, mencionó que ésta solamente le alcanza para los frijoles, su edad ya no le permite ganarse la vida como cuando era joven, las cosas han empeorado ya que hace unas semanas su esposa sufrió un accidente al fracturase uno de sus brazos, por lo que ambos están a cargo de él.
“Cuando salgo los pienso, hasta que regrese comemos, está como ayer cuando fui a Tizimín, quería comparar algo para que coma, tenía hambre, pero mejor pensé que no, haría doble gasto, por lo que compré un poco de pollo y lo traje, pues ellos estaban esperándome para comer.
“Está caro todo, lo poco que nos pagan se va con el doctor y en los viajes, la vida es muy dura y más con mi nieto José, quien a cada trato me habla para ir al baño, pues solo no puede, desde que lo operaron ya no pudo caminar y hay que levantarlo para que haga sus necesidades”.
José Alfredo Dzul Cano, de 31 años de edad, fue operado hace algunos años de un tumor cerebral, lo que le afectó la movilidad de sus pies, y desde que amanece se desplaza en su silla de ruedas y depende mucho de don Ermilo para ir al baño.
Miguelina Chi Ay, de 78 años de edad, esposa de don Ermilo, también depende mucho ahora de su esposo, ya que semanas anteriores tuvo un accidente y se fracturó la mano izquierda, por lo cual igualmente perdió movilidad.
En el corredor de su casa, las láminas tienen muchos agujeros, sólo se resguardan en una pieza construida de techo de huano, el frío penetra en la humilde vivienda y hasta la fecha ninguna autoridad se ha preocupado que le toque una acción de vivienda.
En esta ocasión, mediante el programa de vivienda por parte del gobierno federal, fueron ignorados, a pesar de las lamentables condiciones en que viven. Esta familia requiere de ayuda urgente, tanto para reparar su casa como para la construcción de un baño, así como de una rampa, piso para su corredor, láminas de cartón, víveres e incluso cobertores.
(Edwin Farfán / Efraín Valencia)