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Yucatán

Hay dos tipos de ceguera, la física y la espiritual

El canónigo monseñor Manuel Vargas Góngora, rector del templo de Santa Lucía, ofició ayer una misa especial para los invidentes, a los que recordó la historia extraordinaria de esta santa que es la patrona de la vista, de los ciegos, y de los oftalmólogos, y les dijo también que hay dos tipos de ceguera: la física, como la que tienen ellos, pero que les será recompensada con el cielo, y la espiritual, como la que tienen los que no reconocen a Dios como el creador de todo lo que hay en el cielo y en la Tierra.

Al inicio de la misa, el apreciado canónigo que estuvo durante 35 años al frente del Santuario de la Virgen de Guadalupe en San Cristóbal y que desde hace 5 años oficia en esta rectoría, recordó que en el siglo IV, durante la persecución de Diocleciano contra los cristianos, Santa Lucía dio su vida para conservar su virginidad y su fe cristiana.

Lucía destacó desde muy pequeña por su fervor y su piedad cristiana, y cuando se convierte en una bonita joven no se quería casar porque su aspiración era dedicarse a Dios, pero eso motivó que un enamorado despechado la acusara de ser cristiana. Entonces la llama Pascasio, Gobernador de Dioclesiano en Sicilia y le pide que reniegue de su fe cristiana y adore a los dioses romanos, pero ella se niega. Ante eso, Dioclesiano ordena que como castigo la lleven a un prostíbulo para violarla, pero cuando intentan hacerlo en un carro tirado por bueyes, no lograron moverlo del sitio donde estaba. Ante eso, Pascasio ordena que la quemen viva, pero las llamas no le hacen ningún daño y eso motivaba que más personas se convirtieran al cristianismo. Disgustado por ese poder divino, Pascasio manda que le saquen los ojos, pero Santa Lucía seguía viendo. Finalmente, el 13 de diciembre del año 304 el gobernador ordena que le corten la cabeza. La entierran en las catacumbas de Siracusa y su culto se va extendiendo y es elegida para ser la patrona de los ciegos, de la vista, y de los oftalmólogos. Su fiesta litúrgica se celebra el 13 de diciembre.

Patrona de los ciegos

Monseñor Vargas Góngora dijo también:

–La fiesta de la patrona es el 13 de diciembre del año 304, pero con las actividades que tiene la Iglesia, no hay cupo, entonces preferimos estar este día con el apoyo de algunos cursillistas de la Cristiandad, que nos van a dar un desayuno muy rico.

En esta misa vamos a ofrecer por todos ustedes los invidentes, y también por los reporteros y fotógrafos que están aquí presentes. Pocas veces las Iglesias se acuerdan de los cieguitos, y como Santa Lucía es patrona de los cieguitos, qué bueno, que sean ustedes bienvenidos.

En esta parte, el padre señaló:

-El 12 de diciembre en Suecia, que es un país protestante, adornan a las señoritas con una corona de Santa Lucía para curar la ceguera de los ojos y la ceguera espiritual de los no quieren reconocer a Dios como el creador del cielo y de la tierra,

Queridos cieguitos, qué bueno que están aquí. Aunque no vean ustedes las obras materiales, se van a ir al cielo. Dios ha permitido que sufran esta enfermedad para llevárselos más rápido al cielo.

También les pidió que asistan cada año a esta misa que les dedica a ellos la Iglesia de Santa Lucía, su patrona.

Al final de la misa, todos pasaron al comedor, donde con el apoyo de los cursillistas les dieron tortas y tacos de cochinita y refrescos, y luego rompieron piñatas.

Enfrentan 3 problemas

Entrevistado antes de la misa, Manuel Martín Hernández, presidente de la asociación de invidentes Hermandad Cristiana, A.C., dijo que en Mérida ellos enfrentan tres problemas:

–El primero es el desempleo, porque para todo, hasta para lo más sencillo, se requiere la vista y hay poca comprensión de la gente para ellos. El segundo es que a veces la gente cree que en realidad no están ciegos, y por eso no les brindan ayuda para cruzar las calles. Y el tercero es algo que viven todos los días: que los camioneros no les quieren dar parada. Pasan 3, 4 ó 5 camiones para que alguno pare y nos lleve, por eso perdemos mucho tiempo para poder abordar un camión. Y cuando te la dan, si eres invidente y no llevas la tarjeta, te cobran el pasaje que porque ya marcó el sensor.

(Roberto López Méndez)

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