A raíz del huracán “Gilberto”, revela el arqueólogo Huchim Herrera
El arqueólogo José Huchim Herrera dio a conocer anoche que El Templo del Adivino de Uxmal estuvo a punto de colapsar en la década de los años 90 del siglo pasado, luego de que el huracán “Gilberto” llenó de agua la estructura.
Durante una plática que dio en el Museo Palacio Cantón, el director del sitio arqueológico de Uxmal dijo que esa estructura fue restaurada en su totalidad en 1970, “pero en 1988 con el huracán Gilberto, el edificio empezó a tener problemas”.
“De 1970 a 1988 los trabajos de mantenimiento fueron mínimos. Pero luego de 1988 todos estaban espantados por la cantidad de agua que le cayó. Se invitó al arquitecto Pablo Chico Ponce de León para un diagnóstico y el problema era que toda la mole se multiplicó en su peso por el agua. La parte más débil empezó a ceder, por otro lado los muros empezaron a flamearse y podían venirse abajo”, indicó.
Apuntalar y rellenar
Dijo que Chico Ponce de León recomendó rellenar el templo: en primera, porque en 1952, cuando se hicieron las primeras exploraciones, se sacó la tierra y funcionó muy bien, se mantuvo estable en los años 50, entonces había que apuntalar y rellenar y vino la polémica.
“Se invitó a varios especialistas a participar, todos dieron un dictamen, pero no conocían a fondo el edificio. Luego hicimos intervenciones menores, se invitó a la empresa Colinas de Buen a un examen y llegó a la misma conclusión que Pablo”, anotó.
Dijo que había que buscar dónde estaba desplantado, su estabilidad, hay una serie de indicadores que nos llevaron a generar pozos de exploración para determinar el marco. Los trabajos terminaron en 1990, pero en 1997 volvimos y vimos que el edificio estaba agrietado.
“Hice una cala, hallamos como 60 centímetros de tierra, la sacamos y consolidamos cada sector, a partir de allá abrimos caras en las grietas y encontramos el sistema estructural, piedras escalonadas. Hicimos más calas y, aunque hubo mucho riesgo, no tuvimos accidentes, fue una labor de talacha”, anotó.
Señaló que la restauración del Templo del Adivino de Uxmal es la labor de cuatro generaciones de arqueólogos. Uxmal está en la sección Sudoeste de Yucatán. En ese sitio se encuentra el templo de referencia, es un edificio singular, no hay en esta región otro con esas características arquitectónicas y con esa forma.
Se sale del esquema
“Las pirámides se definen como edificios sobrepuestos hasta tener un templo en la cúspide, pero se sale del esquema, ya que sólo son tres cuerpos sobrepuestos, con un basamento en el que se desplanta la última fase, y es de forma elíptica”, indicó.
“Nos lleva a pensar qué tiene que ver esa forma, de dónde y por qué. Las pirámides y templos integran una ciudad. Uxmal es una ciudad muy integrada en la que se destacan edificios que están a la escala humana, el Palacio del Gobernador y el de Las Monjas, estaban habitados, íntimamente ligados con las pirámides, son construcciones en las que se hacían ceremonias y la reintegración de la cosmogonía maya plasmada en eso”.
Huchim Herrera dijo que la importancia de Uxmal se la dan Stephens y Caterwood en 1842, cuando representaron los edificios más importantes y nos dieron cuenta de las condiciones de conservación que tenían esos edificios.
“Hace algunos años cuando se intervino, decía, será que el arqueólogo se fumó todo esto, era un edificio arruinado, pero si nos fijamos bien, hay muchísimos rasgos que le dieron la unidad al edificio”, expuso.
Recordó que las primeras intervenciones fueron de 1937 a 1945, las técnicas empleadas son las adecuadas, todas las piedras se devolvieron en su lugar, pero de manera gradual, en 1969 y 1970 el arqueólogo César Sáenz finaliza su restauración, hubo polémica porque es uno de los totalmente restaurados.
(Rafael Gómez Chi)