Yucatán

Precariedad, condición que define a las juventudes mexicanas

“La característica que define a nuestras juventudes en México y América Latina es la precariedad en términos no sólo de lo económico, y hay que recordar que uno de cada tres jóvenes en México son pobres, también en términos de educación, de acceso al trabajo, además de ser una de las principales víctimas de la violencia en este país”, destacó ayer el Dr. Alfredo Nateras Domínguez.

El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-I), quien ha trabajado ampliamente el tema de las juventudes, puso en marcha ayer el IV Encuentro Internacional sobre Comunicación y Juventud “Juventudes, interacciones y construcción de futuros”, que se lleva a cabo en esta ciudad, organizado por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY.

En materia educativa, citó que anualmente unos 120 mil aspirantes presentan examen para ingresar a la UNAM, pero sólo se aceptan 25 mil o 30 mil.

En lo laboral, señaló que las juventudes son, con respecto a los mundos adultos, los más mal pagados y trabajan más, a lo que se suma la cuestión de género, pues las mujeres jóvenes trabajadoras son menos remuneradas que los jóvenes hombres.

“Y ahora lo que estamos viviendo más en la sociedad mexicana es el asunto de la migración, no sólo de las caravanas; se calcula que más o menos unos 25 mil o 30 mil jóvenes al año están migrando y lo interesante es que no sólo están migrando por la cuestión económica, sino por las situaciones de violencia en las que está el país”, destacó.

Discriminación

Nateras Domínguez dijo que, además, persiste la discriminación hacia ciertas identidades juveniles.

“Hay que volver a recordar que la sociedad mexicana en general es muy conservadora y, en este sentido, es poco tolerante a la diversidad de orientaciones sexuales de algunas juventudes, en cuando a su sexualidad, lésbico, gay, transgénero”.

“También hay una suerte de intolerancia en términos del racismo a algunos agrupamientos juveniles. Y también hay mucha discriminación a la estética corporal de algunas identidades o culturas juveniles”, expresó.

Como ejemplo, mencionó que se decía o se dice “naco” como una cuestión de descalificación y refiere mucho a identidades o jóvenes de las periferias, de la ciudad, pero ahora se habla de los “chacas”, referido al agrupamiento de los “reguetoneros”, que son de zonas populares, de Tepito, del barrio bravo y entonces persiste la discriminación, pero ésta no es a cualquier juventud, cultura o identidad juvenil.

“Por ejemplo, un joven ‘mirrey’ o ‘hípster’ difícilmente va a ser discriminado por su estética corporal, tatuajes o perforaciones, no así con una similar estética de tatuajes y perforaciones, muy ligado a una adscripción cultural como los ‘punks’, los ‘cholillos’, los ‘reguetoneros’ incluso los ‘heavy metaleros’ y los ‘emos’, pero si se cruza, además, que es moreno o indígena o se cruza además que vive en un barrio popular, tiene más posibilidades de ser discriminado que el otro joven que tiene otra condición social o de fenotipo”.

“Sigue habiendo evidentemente este tipo de discriminación, a lo que Goffman llamaba las identidades deterioradas, desacreditadas”, señaló.

Sin embargo, opinó que sí hay visos de mejoría en la situación por la que atraviesan los jóvenes, en particular con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder.

La Cuarta Transformación

“Yo creo que es interesante, porque una gran parte de los gobiernos que eran de izquierda en América Latina se están derechizando; digamos que la llegada de Andrés Manuel es muy importante para el concierto geopolítico de América Latina y, en este sentido, hay cierta esperanza de las juventudes con respecto a lo que se denomina la Cuarta Transformación”.

“Hay que recordar que gran parte de los jóvenes y específicamente los estudiantes votaron por AMLO y estamos viendo, sea como sea, aunque sean políticas y programas asistencialistas, que sí hay cierta preocupación en relación a las juventudes”, señaló.

Puso como ejemplo el programa de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, donde se les va a capacitar, a becar, para que puedan insertarse a la cuestión productiva laboral y disminuir un poco la inquietud de aliarse al crimen organizado.

“Entonces, en este sentido, hay cierta esperanza y también en el ámbito educativo; el anuncio de la educación superior gratuita y la referencia de la creación de las 100 Universidades “Benito Juárez” da cierta esperanza a estos jóvenes; justo de esta precariedad pareciera ser que por ahí sí hay una propuesta de política pública, en lo laboral y educativa”, agregó.

Dijo que los anteriores son dos de los grandes ejes de preocupación de los jóvenes: la educación y el trabajo, y agregó que hay otras que no se ven claramente, como las violencias, y los jóvenes son los más afectados.

“Yo sí creo que haya posibilidades, al menos como imagen, como esperanza, es un momento muy importante, de un nuevo gobierno, el estado de ánimo colectivo”, expuso.

(David Rico)