PROGRESO, Yucatán, 21 de abril.- En esta noche santa, en que Nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la iglesia invita a todo sus hijos dispersos por el mundo a que se unan para elevar una oración.
Conmemorando juntos la Pascua del Señor, escuchando su palabra y practicando siempre en sus Sacramentos, con la esperanza cierta de participar en su triunfo sobre la muerte y de vivir con El, siempre en el Padre celestial.
Dando paso a la bendición de parte del Presbítero Francisco García ,del Fuego Nuevo que se colocó a las puertas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y de San Telmo, apoyando al Presbítero a cargo de la Parroquia Alejandro Rubio Romero que tenía otro evento similar en otro lugar.
Esto fue durante el servicio nocturno de la Vigilia Pascual, que empezó a las 21:30 horas y terminó casi a la medianoche.
Este fuego representa la Luz del Señor que emergió de las tinieblas, venciendo a la muerte, que al celebrar esta fiesta pascual se encienda dentro de nosotros los festejos cristianos por todo el año.
Para poder llegar con un espíritu renovado a las fiestas de la claridad, que nos ofrece Dios, Cristo esta presente ayer y hoy, principio y final, alfa y omega, suyo es el tiempo y la eternidad, alegría, el poder por todos los siglos.
Se tomó el enorme cirio pascual y se tocó de manera representativa las 5 llagas gloriosas, para que nos proteja y nos guarde, en los brazos, dos de los pies y de costado, que la luz del resucitado disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
En ese momento, se pasó a tomar con antorchas, cirios y velas el fuego nuevo, y se fue pasando a todos los feligreses, en una Parroquia que se apagó toda su iluminación.
El Presbítero les recomendó que cuando enciendan la luz procuren de todas las formas que no se les apague, ya que la flama es Cristo que ilumina a todo el mundo, que los arranque de la oscuridad del pecado
Rompió las cadenas de la muerte, Cristo ascendió victorioso del abismo, gracias a eso, nos ha rescatado, este fue el beneficio de su sacrificio, amor incomparable, ternura y caridad, rescató al esclavo, entregando a su hijo.
“Que noche tan dichosa, es la que estaba escrita como clara, como el día iluminando el gozo creyente, laven las culpas, devuelvan la inocencia a los caídos y alegría a los tristes, expulsen el odio, traiga la concordia, doblega a los Poderosos.
”A través de la ofrenda de este cirio, esta columna de fuego, no mengua cuando es repartida, siendo una lámpara preciosa, este cirio consagrado a su nombre es para destruir la oscuridad, que arda sin apagarse y aceptando como perfume y lumbrera del cielo.
En cierto momento del servicio nocturno, se dieron los fuegos pirotécnicos y se extendió una hermosa imagen de Cristo resucitado con la bendición de agua bendita.
(Alfredo Canto May)