“Hacer producir el campo no es obra de magia ni milagros, sino de programas y políticas públicas bien diseñadas con la participación de los involucrados y mediante el manejo honesto de los programas y apoyos”, dijo ayer el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Yucatán, Lorenzo Alvarado Sosa.
Al enviar su mensaje en el acto inaugural del “Primer Congreso Estatal para el Rescate del Campo en Yucatán”, el especialista resaltó que hay que tener muchos elementos para planear los programas y acciones para las actividades agropecuarias, y subrayó que la agricultura, en particular, es la ciencia de la oportunidad, porque si no se atiende en el tiempo adecuado se puede perder todo el esfuerzo realizado, como cuando se atrasa la aplicación de fertilizantes, riego y otros insumos en el ciclo requerido.
“No hay milagros en el campo, por eso decimos al Gobierno del Estado que estamos para sumar, para incorporarnos al programa de gobierno porque tenemos nosotros propuestas viables y, en este Congreso, vamos a tratar casos de éxito en apicultura, cría de borregos, ganadería, así como también analizar proyectos y esquemas que han resultado fracasos”, apuntó.
No reinventar cada 6 años
“La respuesta del campo –observó– se va a tener en la medida que planeemos las actividades, particularmente planear a largo plazo, ya que no podemos reinventar cada seis años un programa para el campo, no podemos hablar cada seis años de qué vamos a hacer en la citricultura, en la ganadería o en la producción de maíz”, agregó.
Alvarado Sosa añadió que, por ello, los agrónomos y los productores quieren participar en programas a largo plazo, sean de 10, 20 ó 50 años, y que, además, puedan ser incorporados en las leyes que apruebe el Congreso para proteger la soberanía alimentaria en las diversas actividades.
“Qué pena y vergonzoso para Yucatán fue que, en los últimos meses, no hubo maíz para comer en varios municipios y nos preocupamos que Diconsa no haya llevado maíz a esos municipios, cuando deberíamos preocuparnos más por producirlo y organizarnos”, estableció.
Hizo notar que también debe ser motivo de preocupación que muchos campesinos han abandonado sus tierras o todavía viven en el campo, pero están marginados de la sociedad.
Acabar con la corrupción
“Son gente con escasos recursos y a ellos tenemos que llevarles oportunidades y los programas que hoy ha diseñado el Gobierno Federal para acabar con muchas de las lacras que tenía el campo, como la corrupción, sobre todo”, agregó.
El dirigente de los agrónomos yucatecos expuso que esa política del Gobierno Federal ha tocado intereses y, por ello, las críticas que han surgido a tan pocos meses de iniciada la administración, porque está decidido a acabar con las malas prácticas y la patente de corrupción que había en el campo, en una red donde los corruptos eran funcionarios, productores, técnicos, ingenieros, todos.
“Nosotros queremos incorporarnos a los programas del campo, pero queremos oportunidades para sumarnos a la asistencia técnica, a la capacitación, a proyectos productivos, porque tenemos la capacidad para hacerlo y, más que todo, la voluntad”, aseveró.
También, agradeció la invitación de la Red Nacional de Agrónomos Democráticos para que los locales se conecten a esa red nacional, a esa gran masa de agrónomos, de profesionistas del campo y, de igual forma, invitó a otras agrupaciones a sumarse al trabajo del Colegio de Agrónomos, “porque es hora de que nos unamos por un solo objetivo: el bienestar de Yucatán”.
La jornada, celebrada en el auditorio de la ex Sagarpa, incluyó conferencias magistrales y siete mesas de trabajo en las que se abordaron los siguientes temas: Agricultura y Fruticultura Tropical, Infraestructura y Recursos Hidrológicos, Comercialización de Productos Agropecuarios, Ganadería, Desarrollo Forestal Sustentable, Apicultura, y La Milpa.
(Rafael Mis Cobá)