Quiero expresar mi gratitud a mis padres que me enseñaron la fe cristiana porque gracias a sus enseñanzas es que ahora soy ministro a punto de cumplir treinta años de servicio a Dios, dijo ayer el pastor Pablo Estrella Ek.
—Agradezco a Dios y a la comunidad cristiana por permitirme desarrollar el ministerio y ejercer una carrera limpia y ver el resultado del trabajo en diferentes maneras, gente que se ha convertido al evangelio y otra cosa que me ha dado mucha satisfacción son las amistades que he tenido y hemos hecho; por ejemplo, en Mérida, con la asociación Billy Graham, capacitamos a líderes en las iglesias de diferentes denominaciones, además de que apoyamos a la organización Jagai-Madhai (Instituto Internacional de Capacitación).
También he tenido la oportunidad de ser decano y maestro de la Escuela Teológica Logoi en nuestro estado, gracias a la organización que me dio la oportunidad de capacitar a pastores que, por cuestiones de costo, no podían ir a ir a la escuela, la cual me otorgaron la representación del Logoi que se llamaba Flet (Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos) y todas esas bendiciones que han habido en Mérida. Le doy gracias a Dios por permitirme participar en esos logros, y otra gran satisfacción fue haber sido pastor en la iglesia Antioquia, donde fundé una escuela, que empezó con unos 25 alumnos y los maestros eran voluntarios.
Ahora, después de 15 años, la escuela ya tiene más de 100 alumnos y los maestros tienen prestaciones, como seguro social, Infonavit; fueron trabajos que empecé y ahora quiero dar gracias a Dios por esa oportunidad que tuve.
La única forma de darle gracias a Dios es a través de un culto que se realizará el día 8 de junio, a las 7 de la noche en la iglesia Fuente de Gracia, de la colonia San Pablo, ubicada a escasos metros del anillo periférico, al oriente de la ciudad y que colinda con el fraccionamiento Vergeles.
Por tal motivo, estoy invitando a varios pastores de la ciudad, a los miembros de esta misión, para que me acompañen en ese culto para darle gracias a Dios aquí en este lugar, en la colonia San Pablo Oriente, que es la misión que estoy atendiendo por encargo de la iglesia Antioquia que me envió como comisionado, señaló.
Momentos difíciles
Durante sus 30 años de labor evangelizadora, el pastor dijo que hubo momentos difíciles, pero que resume a dos o tres incidentes que le causaron mucho dolor, pero por fortuna no hubo desastres, gracias a Dios.
—Por eso digo que han sido más las satisfacciones, yo diría un 98 por ciento de bendiciones y 2 por ciento de incidentes dolorosos en mi ministerio, concluyó.
(Víctor Lara Martínez)