VALLADOLID, Yucatán, 28 de mayo.- La ciudad es magia, colorido, majestuosidad, pero sobre todo es riqueza cultural, vista desde sus manifestaciones llenas de misticismo y respeto, proyectadas a través de sus tradiciones y costumbres únicas y exclusivas de un pueblo con identidad. Dentro de este mosaico que conforman la historia y sustentan el presente y que nos hacen celebrar 476 años en que se inicia, podríamos afirmar que nuestros antepasados sentaron un precedente de esta grandeza y como prueba de ello dejaron grandes legados del cual podemos sentirnos orgullos y presumirlos a todos aquellos que nos visitan, para que al irse puedan certificar porque la ciudad es conocida como “Las Cuatro Veces Heroica Zací”. Y esto solo lo podrán decir todos los que tuvieran la oportunidad de conocer los templos de cada barrio, la calzada de los frailes, el hermoso Palacio Municipal y la Casa de la Cultura. Admirar los murales en cada uno, recorrer la Calzada de los Frailes, admirar las formaciones naturales tan impresionantes de los cenotes, Zací, Samulá, X-keken y refrescarse en cada uno, pasear su parque principal “Francisco Cantón Rosado”, saborear la ancestral gastronomía y admirar las manos talentosas de los artesanos y rematar con un recorrido por el “Museo de San Roque” y el Parque de “los Héroes”, ubicados en el barrio de Santa Ana, a unos pasos del Centro de la ciudad. Hablar del “Museo de San Roque” es adentrarte y llenarte de la grandeza cultural de una comunidad que persiste a través del tiempo, en cada uno de esos legados transmitidos de generación en generación y que hasta el día de hoy asombra a propios y extraños los cuales siguen tratando de encontrar respuestas a sus interrogantes. Dar el primer paso hacia su interior, dará la oportunidad de llenarse del pasado vinculado con el presente del bello Zací. Sabrán la manera en que los mayas aprendieron a contar el tiempo de dos maneras, con el calendario largo y con el corto. También se recrearán con los frisos, las estelas y documentos escritos durante la colonia que hablan de sus reinados, unos llenos de riquezas y otros plagados de tragedias. Fue en este edificio donde en 1575 se fundó el Hospital del Santo nombre de Jesús, por orden del Alcalde mayor de la villa, Don Diego Sarmiento de Figueroa y que posteriormente se convertiría en el Convento de San Roque en 1634, en el que don Francisco Ruiz, cura y vicario de Valladolid dejó en su testamento dinero para comprar cuatro camas y que en 1645 ya contara con diez camas y fuera considerado uno de los mejores hospitales de la provincia. En su patio se encuentran sepultados Fernando Hipólito de Osorno y Pedro Gabriel Covarrubias, protagonistas del acontecimiento histórico conocido como “El Crimen de los Alcaldes de Valladolid” y también en este lugar fueron fusilados los cabecillas del movimiento armado del 4 de junio de 1910. Don José María Iturralde Traconis, Gobernador de Yucatán, ordenó que el edificio albergara la primera planta de energía eléctrica de la ciudad y posteriormente el 28 de mayo del año de 1988, empieza funcionar como “El Museo de San Roque”. Con seguridad y confianza podemos afirmar que cada uno de los visitantes que se atreva a penetrar en este recinto, se llevará un cumulo de conocimientos sobre la ciencia, el arte y los objetos que conformaron y que son testimonio de cada uno de los asentamientos étnicos de la región. Conocerán a través de sus obras, las luchas que enfrentaron para sobrevivir, la manera en que lograron su grandeza y poderío o sea adquirirán aprendizajes de lo más relevante de estas culturas durante cada uno de los episodios vividos o transcurridos. (Ariel Sánchez Gómez