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Ana María Ancona Teigell “Todo tiene su tiempo, vive tú

vida antes de crear otra vida.”

Anónimo.

Es un problema culturalmente complejo que se da en jóvenes de entre 10 a 19 años, conocido también como embarazo precoz, embarazos no deseados, que muchas veces acaban en abortos clandestinos que pueden llevar a la muerte a la joven madre. Ya que estas no están preparadas ni física, ni mentalmente para tener un bebé y asumir la responsabilidad de la maternidad.

Los psicólogos, psicoterapeutas, expertos en sexualidad y salud sexual, dicen que esto ocasiona que el 80% de las adolescentes embarazadas abandonen sus estudios, sean rechazadas por los padres ya que está mal visto y es una vergüenza para la familia. Echándolas a la calle, obligándolas a buscar trabajos mal pagados, pasar hambre, no tener los ingresos necesarios para una buena atención médica durante el embarazo y después de este. Quedando expuestas a todo tipo de peligros y abusos, como: alcoholismo, drogadicción, desnutrición o dedicarse a la prostitución corriendo el riesgo de contagiarse del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), pero, que muchas veces es el único camino a seguir para poder subsistir a duras penas con sus bebes.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es líder en los embarazos que se dan entre jóvenes de 12 a 19 años de edad. Al día se registran 1,252 partos, esto quiere decir que en uno de cada cinco alumbramientos una joven está implicada. Se estima que el total nacional es de 6,260, partos diarios; según la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia), el 55% de los adolescentes son pobres, uno de cada cinco tiene ingresos tan bajos que no les alcanza para la alimentación básica.

Según datos de la ONU (Organización para las Naciones Unidas), hay condiciones que hacen a las jóvenes más vulnerables para embarazarse. Por ejemplo las que viven en zonas rurales, con niveles de educación muy bajos e ingresos familiares miserables.

Los estados de nuestro país que tienen los más altos índices de embarazos entre las jóvenes son: “Chiapas, Nayarit, Michoacán, Veracruz, Chihuahua, Hidalgo, Coahuila, Estado de México, Morelos, Zacatecas, Guanajuato, Querétaro, San Luís Potosí, Nuevo León, Sinaloa, Campeche, Tabasco y Aguascalientes.

Según la ENADID (Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica), las jóvenes de entre 15 a 19 años, declaró haber tenido relaciones sexuales, 44,9% no utilizaron un método anticonceptivo durante su primera relación sexual; en las jóvenes de 25 a 29 años esta proporción aumenta hasta un 54.4%.

La educación es parte fundamental para el desarrollo de un país, es por ello que se han realizado grandes esfuerzos para acabar con el rezago educativo y brindar las mismas oportunidades para toda la población.

Uno de los principales tópicos de la salud en la adolescencia lo constituye el embarazo, debido a que es un proceso que involucra un desgaste físico importante para el cuerpo de la madre, y en la adolescencia este está aún en desarrollo, razón por la cual los embarazos en esta etapa son considerados de alto riesgo. Muchas adolescentes embarazadas presentan malnutrición, mayor incidencia de aborto, partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer debido a que el útero de la mujer está físicamente inmaduro. A nivel social, la maternidad en la adolescencia puede ser causal de abandono escolar, lo que a futuro es un obstáculo para la obtención de oportunidades de desarrollo económico, que a su vez puede impactar en otros aspectos como la salud, las relaciones sociales y culturales.

A nivel mundial cada año, 16 millones de mujeres adolescentes (15 a 19 años) dan a luz, principalmente en países de ingresos bajos y medianos (95%), mientras que cerca de tres millones se someten a abortos, muchos de ellos de forma clandestina.

Las complicaciones durante el embarazo impactan en el desarrollo gestacional y las adolescentes tienen más probabilidades de presentar placenta previa, preclamsia y anemia grave.

De manera general se ha observado que los bebés de las mujeres adolescentes presentan retraso en el crecimiento uterino y nacen prematuramente, condiciones que predisponen al bajo peso al nacer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), entre sus recomendaciones internacionales para la disminución del embarazo adolescente, plantea que los países promulguen leyes que fijen edades mínimas para el matrimonio, así como buscar incidir en familias y comunidades para que las niñas y jóvenes no sean dadas en matrimonio hasta que se hayan desarrollado; promover el uso de anticonceptivos y preservativos, porque aunque muchos no estén de acuerdo, de alguna manera hay que evitar estos embarazos y proteger la vida de la adolescente tanto como la del futuro bebé. La mayoría de los jóvenes hoy en día no escuchan a nadie y menos a sus padres, viven en los excesos, no tienen límites, y están expuestos a todo tipo de accidentes y enfermedades, así como embarazos no deseados.

Para evitar estos embarazos a temprana edad, aunque la adolescencia puede ser muy difícil de atravesar, los padres tienen que hablar con franqueza con sus hijos sobre su desarrollo sexual, el deseo sexual, su identidad sexual. Es muy importante darles esta información y brindarles orientación moral para que tengan las herramientas que le permitan comprender lo que les está sucediendo.

Lo más apropiado e importante para los padres y los hijos adolescentes al abordar las preguntas sobre la sexualidad y la salud sexual es tener abierto el canal de la comunicación y comprensión. ¡Siempre apoyarlos, nunca rechazarlos!

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