De tan obvio…

Dra. Sylvia Zenteno Ruano

Alerta Ciudadana

… Yo ya estoy hasta la madre… de que me pongan sombrero

Escucha entonces cuando digo… no me llames frijolero

…No me digas beaner Mr. Puñetero… te sacaré un susto, por racista y culero

No me llames frijolero… Pinche gringo puñetero…

Molotov banda mexicana de rock conformada por “Micky” Huidobro, “Tito” Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala, componen canciones conocidas por su contenido de sátira política y crítica social hacia el gobierno y la sociedad, han sido objeto de censura por irreverentes en su género,? y a la vez una de las mejores que existen del rock en español.

No lo ven,… así es, es tan obvio, como andar buscando los anteojos cuando los traemos puestos… o como decir que para sobrevivir bajo el agua y sin tanques de oxígeno debemos subir a la superficie y tomar aire a bocanadas…Obvio ¿no?

Pues hablar de “la migración”, no debía de ser tema, debía de ser algo totalmente natural y por tanto obvio… El tema, es un tema que vive con nosotros -la humanidad- desde siempre, desde que el mundo es mundo los humanos hemos sido nómadas antes que sedentarios, caminar está en nuestro ADN colectivo y siempre nos ha gustado conocer nuevos mundos, y experimentar por nuevos caminos, no debería, por tanto, sorprender a los humanos que nuestros pies quieran “cambiar de aire”… y encontrar espacios de paz, libertad y bienestar donde nuestros hijos puedan crecer y desarrollarse sanamente.

Historias, tenemos muchas para contar, ahí están los israelitas que caminaron 40 años por el desierto hasta encontrar la “tierra prometida”. Liderados por Moisés, y peleando continuamente con él, se desplazaron “incoherentemente” todos esos años. Y digo incoherentemente pues según los datos -que para muchos pueden ser sorprendentes-, se sabe que de Egipto a Canaán -meta final- hay aproximadamente 390 kilómetros, o sea, más o menos la distancia que hay entre ¡Ticul y Cancún!, por lo que podríamos decir que el pueblo de Israel -caminando despacito, un promedio de 13 kilómetros por día-, hubiera tardado aproximadamente un mes en llegar… ¿Qué les pasó que tardaron taaantos años?... Nada más y nada menos, ¡se pelearon con Dios! ¡OMG! ¡Sí señor!,… según las Sagradas Escrituras los israelitas se rebelaron a Dios y decidieron no entrar en la tierra prometida porque vieron a un pueblo enemigo “numeroso y corpulento y con grandes murallas” (Dt 1,28)… ¿Alguna semejanza? ¡OMG!

Llevaban ya más de un año caminando para llegar a la “tierra prometida”, y según las escrituras, la tardanza había sido porque Dios quería darle a su pueblo, el “Decálogo” que señalaba al pueblo las obligaciones de la alianza. (Dt 1,2). Sólo que en el camino, los israelitas decidieron no entrar… Todo el viaje hasta la frontera de Canaán fue un constante rebelarse contra Dios... Al salir de Egipto, se rebelaron en contra de Moisés y le dijeron: “¿Acaso no había tumbas en Egipto para que nos hayas traído a morir al desierto?, ¿qué has ganado con sacarnos de Egipto? Te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, y mejor servimos a los egipcios, porque más no conviene servir a los egipcios que morir en el desierto” (ex 14,11-12). Luego en Maná, también se rebelaron en contra de su guía por no poder beber agua, ya que era amarga (Ex 15,22-23). Y luego estuvieron murmurando por no tener comida en el desierto de Sinaí, hasta que enfadado Dios, hizo llover pan del cielo hasta saciarlos (Ex 16,1-5). Se construyeron un becerro de oro, cuando creyeron que Moisés los había abandonado en el Sinaí (Ex 32,1-6), y estuvieron peleando con Moisés, hasta que Dios se cansó y dijo que ningún hombre de esa generación perversa entraría en la tierra buena, excepto Caleb y los menores de veinte años… tercos que eran los abuelos del yerno favorito del “anaranjado” ¿no creen? ¿Será que por eso llevan casi 50 años peleando con los palestinos?

Aquí en América también tenemos nuestra historia de caminantes -casi todos lo sabemos, pero por si no, se los cuento-, antes de que los mexicas se convirtieran en la gran Nación por la que el mundo entero los conoce, fueron un pueblo nómada que atravesó obstáculos nada fáciles de sortear. Dice la leyenda que la gente provenía de Aztlán, “el lugar de garzas”, un sitio mítico al Norte de la actual Ciudad de México, donde fueron invitados por su dios Huitzilopochtli, a recorrer gran parte del actual territorio mexicano, para poder fundar la ciudad más grande y próspera del mundo en ese momento, asunto que debería cubrir un requisito… “encontrar un águila parada sobre un nopal y devorando una serpiente”. El tiempo que transcurrió desde la salida de Aztlán en 1115, hasta encontrar la señal, y poder fundar Tenochtitlan en 1325, fue de 210 años, ¡y la encontraron en medio de un lago!... ¡O sea! Complicadito también Huitzilopochtli, observarán que se cumplieron cuatro períodos de 52 años, cifra crucial de su ciclo calendárico fundamental. Fue durante este largo recorrido por todos los reinos de alrededor, donde los mexicas aprendieron las costumbres de sus pobladores, crearon alianzas, conquistaron poblaciones y se convirtieron en leyenda.

Y si le seguimos a las historias, encontraremos que la raza humana apareció como tal en Africa y llegó hasta los polos…o sea… migrar y caminar en búsqueda de nuevas aventuras o de nuevos sitios donde vivir más a gusto y comer mejor es inherente a nuestra naturaleza humana.

¿Entonces? ¿Qué le ha pasado a la “humanidad caminera” en estos últimos dos siglos? ¿Por qué a la voluntad de unos pocos seres humanos, migrar se ha convertido en delito? ¿Quién ha nombrado a estos seres como amos y señores plenipotenciarios, que tienen el poder de decidir sobre la vida y la muerte de los demás?

La historia se repite todos los días desde hace más de treinta años en nuestra frontera Sur, y más de sesenta años en nuestra frontera Norte, el “Programa Bracero”, fue un acuerdo laboral temporal iniciado en agosto de 1942, promovido a su inicio por la demanda de mano de obra durante la Segunda Guerra Mundial, y fue a solicitud de los Estados Unidos de Norteamérica, que se comenzó con el traslado por parte del gobierno americano de un millar de campesinos mexicanos experimentados para cultivar y cosechar en ingenios azucareros ubicados en la región de Stockton, California. El programa pronto se extendió y cubrió otras regiones de EEUU y proveyó trabajadores para el mercado laboral agrícola.

La buena disposición de los mexicanos y su capacidad laboral, dio lugar a la creación del “Programa Bracero Ferroviario”, que dotó a los Estados Unidos de mano de obra mexicana para el mantenimiento de rieles de vías ferroviarias y eventualmente para cubrir otras labores especializadas o no especializadas. Para 1945 había contabilizados por lo menos 50,000 braceros que eran empleados en el campo en cualquier momento, y en el programa ferroviario se contaba con 75,000 mexicanos contratados para servir dentro de territorio norteamericano, estos programas sobrevivieron hasta 1964, cuando ambos gobiernos, norteamericano y mexicano lo finalizaron en respuesta a críticas duras y reportes de abuso extremo de los derechos humanos de los patrones hacia sus trabajadores. Es una verdad de a kilo que EUA no sería lo que es hoy en el terreno agrícola y de vías férreas si no hubiera sangre, sudor y lágrimas mexicanas ahí. El más grande de los abusos cometidos contra estos mexicanos por autoridades estadounidenses fue la retención injustificada de las “deducciones” hechas a sus pagos de 1942 a 1948, que presuntamente estaban destinadas a cuentas de ahorro, que habían sido legalmente garantizadas, para ser devueltas una vez que regresaran a México al concluir sus contratos. Muchos nunca recibieron sus ahorros, y hasta hace unos años sus hijos o nietos han venido a recibir míseras cantidades de las deducciones.

Hoy Trump y sus corifeos, rasgan sus vestiduras por los “beaners” que se encuentran allá, ¡Oh Dios! ¡Si ellos mismos los mandaron llamar! a realizar actividades que ni “los negros quieren hacer”, el Programa Bracero en un período de más de veintidós años, patrocinó el cruce de unos 4.5 millones de trabajadores huésped provenientes de México, siendo autorizados legalmente a cruzar a México y regresar de manera repetitiva a los EEUU… ¡y hoy reniegan de tener mexicanos de tercera generación allá? ¿Qué les pasa? El Historiador David Gutiérrez argumenta que ninguna otra política migratoria americana tuvo mayor efecto entre la comunidad étnica mexicana, que el del Programa Bracero, ya que el programa convirtió a la inmigración en una práctica política común.

Hoy en día, los Estados Unidos siguen siendo el destino atractivo para los inmigrantes de todo el mundo, al supuestamente ofrecer una mejor oportunidad económica y movilidad social, pero los Estados Unidos tramposos al fin, desde siempre y con el poder del “trumpeta”, han decidido cerrar “La puerta dorada” a aquellos candidatos morenos o negros que quieren alcanzar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Las historias que se escuchan hoy, son el pan de cada momento: una mujer salvadoreña acompañada de dos o tres hijos, trata de llegar a un sitio donde sus hijos puedan simplemente comer… un indígena maya guatemalteco huye de la violencia que asesina indistintamente en su comunidad a hombres, mujeres y niños…o un joven salvadoreño que ya no tiene nada más que perder, paga mil o mil 300 dólares a un “pollero” que le promete llevarlos hasta Estados Unidos para evadir a la Mara Salvatrucha.

En su paso por México, son asaltados una o dos veces mínimo, hasta despojarlos totalmente de lo poco que traen; detenidos y extorsionados por agentes del Instituto Nacional de Migración, policías municipales o estatales; son secuestrados u obligados a trabajar para el crimen organizado. Los que logran llegar a Tijuana, terminan cruzando por una zona de alto riesgo, e inmediatamente son detenidos por la migra, interrogados por un juez estadounidense, que les niega la solicitud de asilo y después de un largo, peligroso y exhaustivo periplo, son devueltos a sus países, donde no quieren o no pueden seguir viviendo.

Por increíble que parezca y a pesar de las advertencias de los ICE de Estados Unidos quienes dicen que ahora sí, con Donald Trump en el poder, ya no tiene caso que sigan tratando… la gente lo sigue intentando y ahora por cientos de miles. Cabe preguntarse ¿Qué los impulsa? ¿Qué sucede, cuando la crónica asegura que los de la migra SIEMPRE los regresan? Por qué si hay millones de historias, donde los agentes les repiten mil veces… “¿Por qué son tan necios?, ¿por qué se vienen? ¡Ya no van a pasar!”… ¿siguen yendo?

¿Por qué este drama migratorio? Desde hace 10 años, la Comisión Nacional de Derechos Humanos elaboró un informe especial alertando sobre el maltrato a los centroamericanos que cruzan por México intentando llegar a Estados Unidos. Desde entonces, se advertía que los migrantes sufren robos, abusos policiacos, discriminación, maltrato, humillaciones, golpizas, violaciones sexuales, trata, detenciones irregulares por parte de autoridades, secuestros, e incluso algunos eran entregados por la propia autoridad a bandas del crimen organizado. ¿Entonces? ¿Por qué arriesgarse a ser secuestrados y asesinados como sucedió entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, donde secuestraron a 9 mil 758 migrantes? Muchos porqués para un espacio tan breve, de los problemas más graves que como país estamos enfrentando, de plano no es posible analizarlo en una sola colaboración, así que dejaremos el resto del análisis para la próxima columna... los espero con sus comentarios, y espero que pronto logremos todas y todos los mexicanos encontrar algún camino, para resolver este magno problema que aunque usted no lo crea tiene un gran fondo político, económico, de corrupción y que está desde luego manipulado por el crimen organizado que se está forrando de billetes para movilizar a la gente…o acabar con ellos…Entonces les espero en [email protected]