El senador Jorge Carlos Ramírez Marín opinó ayer que en las reuniones del Gobernador Mauricio Vila Dosal con altos funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad debe incluir el tema del pago de los municipios y el alumbrado público.
Por otra parte, se manifestó a favor del crédito de 2,500 millones de pesos que solicita el Ejecutivo al Congreso para incrementar la tecnología en la seguridad pública.
En charla vía telefónica con el reportero, el legislador expuso que, en el caso de los encuentros con funcionarios de la CFE, dijo que es importante que la dependencia dé respuesta a los planteamientos de los yucatecos.
“Quienes hemos hablado con ellos, sabemos que no parece haber falta de voluntad pero sí falta de claridad en las metas, falta de presupuesto para invertir y considerar el tema de Yucatán una prioridad, como lo es el abasto del Norte y Centro del país a industriales”.
Refirió que otro punto indispensable son las tarifas. “Y le pediría al Gobernador que en la visita de Carlos Morales se destinara un espacio especial para tratar el tema de lo que están pagando los municipios yucatecos y la falta de correlación entre los censos, las inversiones que se han hecho y que se sigan pagando las mismas tarifas”.
Dijo que “vemos a gente de la CFE activa, promoviendo cambiar luminarias pero no tan dispuestos a verificar si los municipios están pagando lo justo. Los juicios que se han entablado por cobros indebidos demuestran que se cobra en muchos casos lo que ya no existe o lo que no corresponde al municipio”.
“Por desgracia, los Ayuntamientos no cuentan con recursos para hacer estudios puntuales. Este es un tema que tiene que estar presente en la agenda de esta visita. Espero haya espacio para escuchar al sector privado y que se lleven propuestas de soluciones”, dijo.
El endeudamiento
El reportero pidió su opinión sobre la iniciativa “Yucatán Seguro” de Vila Dosal, para cuya implementación ha solicitado al Congreso que le autorice un fuerte endeudamiento por 2,500 millones de pesos. Respondió que él cree que los avances tecnológicos son indispensables, “más cuando está demostrado que tenemos policías que los aprovechan y los convierten en protección para los ciudadanos”.
“Si la policía dice que los requiere, les haría caso. Me entusiasma que Progreso, Tizimín, Tekax, entre otros, vayan a contar ya con videovigilancia. Creo que vale la pena. Claro, los diputados tendrán más información para tomar decisiones sobre los detalles. Sólo atendería a que no causen más impuestos y a que esta inversión sea completa”.
Aseguró que no se trata de un “tema de cantidades. Si vamos a contraer una deuda hay que ver que valga la pena y realmente blinde al Estado. No olvidaría las necesidades de patrullaje y comunicación que demandan desde hace tiempo los alcaldes”.
Ramírez Marín indicó que debemos preguntarnos si Yucatán siempre será seguro, porque “si no se atiende el tema de aumento de las adicciones, de hasta cuatro veces más, por ejemplo, más de 200 por ciento en mujeres, un programa real de prevención basado en el refuerzo de la familia y el aprovechamiento del tiempo libre, las cámaras nos mostrarán lo que pasa, pero no podrán evitar que haya mayor incidencia de delitos”.
“Si no reforzamos la policía vecinal, si no entendemos que el combate a las drogas no vía derechos humanos, sino en prevención, que todos podamos disfrutar nuestros derechos en paz y seguridad, si no hay una presencia permanente de la autoridad en las escuelas, los C5 sólo nos mostrarán lo que ocurre”, agregó.
Tecnología y fuerza
Dijo que tales acciones tienen que ir a la par de la tecnología y la fuerza. La seguridad de Yucatán se basa en nuestra confianza en la autoridad, la Secretaría de Seguridad Pública y en una cultura que aprecia y estima lo que somos y no queremos cambiarlo.
“¿Cuánto vale la seguridad de Yucatán? Más o menos 280,000 millones de pesos al año. Ese es nuestro PIB y un Estado que depende de su calidad de vida porque no tiene ni grandes recursos naturales como nuestros vecinos ni un presidente que le baje las tarifas de energía como otros, depende de poder presumir que es el Estado más seguro del país para atraer turistas, inversiones financieras, fábricas y otras que, de otro modo, se irían a otros lugares que les ofrecieran más ventajas. Yucatán depende de su ingenio, de su empuje y de su seguridad”.
Señaló, finalmente, que hemos crecido más o menos 3.5 cada año los últimos cinco años. Esos son más o menos unos 10,000 millones de pesos en volumen. “Eso se pierde si no hay seguridad”.
(Rafael Gómez Chi)