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Yucatán

Ariel Avilés Marín

La siempre activa Sociedad Ricardo Palmerín, incansablemente, se prodiga en mantener viva la memoria de las figuras de nuestra trova, de honrarlas y de dar un lugar en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca, a quienes por sus méritos, deben ocupar un lugar ahí, en ese parnaso de la Trova Yucateca. Ahora, correspondió el turno a dos grandes figuras: Pepe Domínguez y José León Bojórquez. Ambos figuras de primera línea en la música vernácula.

Pepe Domínguez no necesita presentación, con mencionar algunas de sus más trascendentes composiciones, queda clara la enorme talla del personaje: Beso asesino, El Pájaro Azul, Manos de Armiño y, desde luego, Aires del Mayab. José León Bojórquez fue un gran violinista, director por un largo período de la Orquesta Típica Yukalpetén, compositor de trova, jaranas y música sinfónica; y sobre todo, un hombre de profunda calidad humana. No tuve el privilegio de conocerlo personalmente, pero siempre me impresionó la forma en que se referían a él gente de la música, como mi entrañable maestra Noemí Concha, Don Manuel Burgos, Don Pepe Barrera y, sobre todo, Don Eleázar Méndez Aguilar. Recuerdo con profunda emoción, una ocasión en la que Don Eleázar, con la voz quebrada, me dijo: “José León Bojórquez es de esas personas que no se deberían morir nunca”. Así era de profunda la calidad humana y bonhomía de José León.

La noche del martes 16, en el Teatro José Peón Conteras, los esfuerzos unidos de la Sociedad Ricardo Palmerín y la Sedeculta, realizaron un brillante, colorido y emotivo homenaje a dos verdaderas columnas torales de la música vernácula yucateca. Los homenajeados, ya citados, tienen, sin lugar a dudas, los méritos indiscutibles para haber recibido este merecido homenaje, al cual concurrieron importantes artistas y agrupaciones como el coro Voces Claras del CEBA; la Orquesta Típica Yukalpetén, nuestra máxima agrupación de música vernácula; el Ballet Folclórico del Estado “Alfredo Cortés”; la señora de la canción yucateca Maricarmen Pérez y los Trovadores del Mayab.

El evento fue conducido con gran amenidad por el Profr. Luis A. Pérez Sabido, quien salpicó con anécdotas sobre los homenajeados el curso del evento. El Profr. Pérez destacó que el homenaje coincidía también con los setenta años de la fundación de la Sociedad Ricardo Palmerín, por iniciativa del inolvidable Ermilo “Chispas” Padrón, así como con el natalicio de Pepe Domínguez, pues por haber nacido un dieciséis de julio, se llamaba José del Carmen.

Para ilustrarnos sobre los datos de los homenajeados, el Mtro. Enrique Martín Briceño, presidente adjunto de la Palmerín, dio breve esbozo de la importancia de los compositores y su obra. Destacó también varias coincidencias entre los personajes homenajeados; ambos nacidos en 1900, originarios de poblaciones ubicadas en otros municipios del Estado, Pepe Domínguez de Dzidzantún, y José León, de Hunucmá. Agregó que Domínguez se inició profesionalmente como maestro rural en Cansahcab, en 1918. Muy pronto, sus inquietudes musicales lo llevaron a formar el recordado Quinteto Mérida, con el cual llevó la canción yucateca a la Ciudad de México y a la Habana, Cuba. “Muchas de las obras de Pepe Domínguez están perdidas u olvidadas”, lamentó. “sin embrago, con El Pájaro Azul, Granito de sal y Aires del Mayab, bastaría para escribir su nombre en la historia de la canción yucateca”, afirmó.

Enrique dijo que José León Bojórquez aparece en la escena musical de Mérida, en la orquesta del Mtro. Rubén Darío Herrera, como violinista. Al fundar en 1942, Daniel Ayala la Orquesta Típica Yukalpetén, se incorporó ella como primer violín, y al marchar a la capital Ayala en 1955, quedó como director del grupo Fausto Pinelo, y un año después, José León tomó la batuta, cargo que desempeñó hasta 1960. Señaló como obras muy destacadas del autor, su jarana “Mesticita Linda”, “Vieja Novia”, con versos de Chispas Padrón y su Fantasía Yucateca, obra de carácter sinfónico, que realiza a petición de Daniel Ayala y que estrenó la Sinfónica de Yucatán dirigida por el propio Ayala.

En su turno, la Lic. Erika Millet Corona, secretaria de la Cultura y las Artes, habló acerca del esfuerzo siempre tesonero de la Sociedad Palmerín en estas lides, les agradeció su empeño y su energía para lograr sus elevados fines y destacó la participación esta noche de instituciones como la Orquesta Típica Yukalpetén, el Ballet Folclórico del Estado, y el coro Voces Claras de Bellas Artes.

Abrió el programa artístico de la noche, el coro Voces Claras, bajo la dirección de la Mtra. Margarita Jiménez, acompañadas al piano por el Mtro. Pedro Carlos Herrera. Iniciaron con la clave Beso Asesino, con versos de Víctor M. Martínez y música de Pepe Domínguez. Siguió otra joya de la trova, como lo es Manos de Armiño, hermoso bambuco con letra de Carlos Duarte Moreno y música de Domínguez. Hemos de destacar el magistral acompañamiento del Mtro. Pedro Carlos Herrera, pues su ritmo del bambuco no tiene actualmente comparación alguna. ¡Digno discípulo en esta materia de la inolvidable Judith Pérez Romero! Vino un intermedio anecdótico del Profr. Pérez Sabido, que nos cuenta sobre la creación del Mausoleo de los Compositores. “El terreno en el Cementerio General, fue donado por el gobernador Profr. Víctor Mena Palomo, la obra escultórica es de Rómulo Rozo y el diseño arquitectónico de Carlos Castillo Montes de Oca”, señaló.

En seguida, la Típica Yukalpetén se apropió del escenario y nos ofreció, primero, la Fantasía Yucateca de Bojórquez. Obra sinfónica de inspiración maya, pues su partitura está asentada sobre la única obra musical conocida de nuestra cultura madre, Los X’Toles, que le sirve de hilo conductor. La rica voz de los cornos le da una solemnidad inigualable; en seguida, José León desarrolló sus propios temas, alegres, bulliciosos, y la obra remata retomando el tema maya inicial, con variaciones, para terminar brillantemente. Continuó el bolero “Dos Dolores”, del mismo Bojórquez, con versos de Chispas Padrón, de música sentida y letra delicada, y con un hermoso arreglo de Pedro Carlos Herrera. A la Orquesta Típica se unió el Ballet Folclórico del Estado, que nos trajo el Baile de las Cintas, que lleva como tema musical la jarana Mesticita Linda de José León Bojórquez. La alegre coreografía del bailable fue muy lucida, y el trenzado de las cintas se realiza a cabalidad, sin error alguno. De nuevo, la Típica sola, nos ofrece la clave Granito de Sal, una de las más destacadas joyas de nuestra trova, con letra de Carlos Duarte Moreno y música de Pepe Domínguez. Iluminó el escenario esa gran señora de la canción yucateca que es Maricarmen Pérez, quien interpretó magistralmente “Responde”, bolero con letra de Chispas Padrón y música de Pepe Domínguez.

La canción yucateca clásica, se interpretaba a dos voces, así hubo muchas mancuernas memorables en la historia de este género. Guty Cárdenas y Chalín Cámara, Palmerín y Pepe Gómez. Pues Ricardo Jiménez y Rodolfo Santos unieron sus bien timbradas voces para regalarnos “Tú, como Yo”, bolero con letra y música de Pepe Domínguez; y en seguida, una de las obras más emblemáticas de la trova yucateca, El Pájaro Azul, con letra de Manuel Díaz Masa y música de Pepe Domínguez.

Hay un cierre apoteósico del homenaje, y este es nada menos que Aires del Mayab, con letra de Carlos Duarte Moreno y música de Pepe Domínguez; a la Típica se unió el Ballet Folclórico del Estado, con una colorida y brillante coreografía del Mtro. Carlos Acereto, sustentada en figuras de cuadrillas, a las que el gran colorido de los rebozos, dio un lucimiento fuera de serie. Con los sonoros y alegres compase del Torito, llegamos brillante y alegremente, al final de este merecido homenaje a dos pilares de la música yucateca.

Salimos del Peón Contreras, con la alegría de la música yucateca saltando en el alma.

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