Síguenos

Última hora

Empresarios de Chetumal proponen remodelación de la avenida Héroes

Yucatán

A pesar de los momentos difíciles por los que atravesamos, ¡es un orgullo ser mexicano!

Pilar Faller Menéndez

“El mexicano puede doblarse,

humillarse, ‘agacharse’ pero no ´rajarse’,

esto es permitir que el mundo exterior

penetre en su intimidad”.-

Octavio Paz

Contrario a lo que pudiera pensarse, dada la situación de violencia en que vivimos, no podemos estancarnos en una visión cuadrada, que no ve más allá de los problemas y que debe comenzar a apreciar el lado bueno de vivir en este país, que nos convierte a algunos en seres privilegiados, sin que por esto, seamos inconscientes de todo el trabajo que hace falta en las cuestiones sociales y brechas económicas para incluir en este orgullo patriótico a quienes hoy se encuentran en desgracia.

A través de las redes sociales, el Grupo México Publica, una empresa de publicidad, que atinadamente difundió varios puntos que nos muestran la grandeza y el potencial que tiene nuestro país. Antes de comenzar a enumerarlos, deberíamos conocer que el nombre México proviene del náhuatl “Metztli” (luna) y “xictli” (ombligo), que juntos significan “En el ombligo de la luna”, por lo que así nos visualizaron nuestros antepasados: en el centro un lugar tan alto y como el ombligo del astro que más admiramos.

Otro punto de las bellezas y la variedad de paisajes que nuestro país tiene, es poder encontrar los cinco tipos de clima que existen, aunado a que ocupamos el cuarto lugar en el mundo con la mayor diversidad biológica, además de poseer 9 de los 11 tipos de ecosistemas. Tres de las 37 áreas silvestres de nuestro planeta se encuentran en México, y protegemos una vasta superficie de 17 millones de hectáreas de áreas naturales. El 12 % de las especies del planeta pueden habitar aquí.

México es el principal exportador de aguacate, jitomate, papaya, mango, cerveza, tequila y café, y no debemos olvidar que somos cuna del cacao, alimento de los dioses de donde es extraído el chocolate, que hoy puede disfrutarse en todo el mundo.

Siete millones de mexicanos hablan lenguas indígenas, lo que ha preservado nuestra identidad que es una invaluable riqueza cultural, aunado a que somos el segundo país con más conocimientos en herbolaria y plantas medicinales, que en gran medida ha sido un legado de nuestros ancestros.

Después de Londres, la Ciudad de México es la que tiene más museos donde puede apreciarse todo tipo de arte, y lo largo y ancho de nuestro territorio, estamos situados en América como el país que posee más lugares declarados Patrimonio Mundial Natural y 27 sitios que son Patrimonio Cultural de la Humanidad, sin contar con nuestra variada gastronomía que ha traspasado fronteras por su riqueza y sabores exóticos que encantan a quien la prueba y que es parte de este Patrimonio Cultural para la humanidad, con quienes compartimos con una sonrisa la riqueza de nuestra tierra.

No es casualidad que 24 millones de turistas nos visiten al año, y que el 80 % regrese a disfrutar de nuestros maravillosos paisajes, ya sea en las playas, zonas arqueológicas o en sitios pintorescos que nos transportan muchas veces a lugares donde el tiempo parece detenerse y donde podemos disfrutar de la música, de los bailes y trajes típicos, sobre todo, la hospitalidad que los mexicanos sabemos brindar.

Por si lo anterior fuera poco, nuestra Bandera Nacional es considerada la más hermosa del mundo y nuestro Himno Nacional Mexicano, máxima expresión de gloria y júbilo, ocupa un honroso noveno lugar entre los himnos más bonitos del mundo. Es por todo lo anteriormente expuesto, que es un orgullo y un honor ser mexicano, sin importar los momentos difíciles que estamos pasando, ya que hay mucho por lo que debemos seguir en pie y amar a nuestra patria.

El trabajo pendiente no es poco, pero en algunas ocasiones, es necesario hacer una pausa y mirar las maravillas que nos rodean para poder inhalar aire fresco y continuar luchando por un México que sea más igualitario, más incluyente y menos impune; no podemos dejar que nuestro pensamiento se llene de pesimismo, pues éste es un veneno que al expandirse nos vuelve derrotistas y nos hace pensar que las injusticias son inamovibles y que es nuestro destino vivir así. Tenemos el temple y el coraje para luchar porque las cosas cambien.

Siguiente noticia

Delegado agrario ignora qué instancia deberá resolver toma de edificio