VALLADOLID, Yucatán, 2 de julio.- Guías de turistas que laboran en el interior y exterior de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá piden la intervención del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para frenar las presuntas arbitrariedades cometidas en su contra por parte del actual director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Marco Antonio Santos Ramírez, en el referido sitio arqueológico.
“Desde la llegada de Santos Ramírez en el 2014 a Chichén Itzá se ha dedicado a denigrar a la gente descendiente de los mayas que laboran en la zona, asi como a gente de diferentes grupos étnicos del país”, mencionaron los manifestantes asentados en la entrada del lugar con pancartas en mano.
Explicaron que en numerosas ocasiones prohibió a los trabajadores de las comunidades aledañas maya-hablantes hablar su lengua de origen frente a él, “porque el español es el único idioma que debería hablarse durante el trabajo”, llegando a tal grado el maltrato a los trabajadores maya-hablantes que les ha retenido el pago de sus salarios.
Los quejosos señalaron que el actual director del INAH ha estado hostigando a todos aquellos que desempeñan sus actividades económicas, imponiéndoles todo tipo de exigencias e incluso sanciones arbitrarias por el simple hecho de manifestar su inconformidad.
De igual forma, indicaron que el sujeto se ha dedicado a entorpecer y perseguir las actividades de los ejidatarios, a quienes no deja trabajar sus tierras, al igual que lo ha hecho con artesanos, guías de turistas, agencias de viajes, vendedores de alimentos, custodios e incluso a los propios turistas nacionales, tratándolos de forma despectiva por ser mexicanos.
Otros guías de turistas que se sumaron al grupo inicial mencionaron que las acciones afectan la imagen y la economía de quienes dependen de este sitio turístico para el sustento de sus familias.
De igual forma, los denunciantes indicaron que Santos Ramírez también se ha dedicado a promover visitas “de dudosa legalidad” a altas horas de la madrugada, cobrando a cambio grandes sumas de dinero a visitantes de gran poder adquisitivo para permitir subir y escalar los monumentos históricos -hecho prohibido desde hace varios años- y poniendo con ello en riesgo la integridad de los monumentos y de los mismos visitantes.
“El tipo se ha dedicado a lucrar aprovechándose de su cargo, permitiendo ceremonias en el interior del sitio por las madrugadas, presionando a agencias de viajes y hoteles a trabajar únicamente con ciertos grupos de prestadores de servicios turísticos que son amigos suyos y así poder cobrarles ciertas comisiones”, añadieron.
Continuando con la lista de presuntas irregularidades en las que presuntamente ha incurrido el aludido, indicaron que otorga cortesías a visitantes extranjeros pero las niega a visitantes nacionales, como es el caso de los peregrinos guadalupanos que año tras año pasan a este importante polo turístico y se les ha negado el acceso.
Expresaron que todo lo antes expuesto no ha contribuido en nada a la mejora de los servicios de este sitio, sino todo lo contrario, ha afectado la imagen de una de las 7 nuevas maravillas de mundo, aumentando el descontento social y poniendo en riesgo a uno de los sitios arqueológicos más importantes de México, “por su prepotencia al actuar, su falta de habilidad para solucionar situaciones y mostrándose autoritario siempre bajo amenaza de que cualquier acusación en su contra ante la CNDH no procederá, presumiendo que altos funcionarios son amigos suyos”.
“Es por eso que hacemos esta petición a las autoridades competentes, pero especialmente al Presidente de México para que tome en cuenta todo lo anteriormente descrito, puesto deseamos un nuevo director, alguien con la capacidad de mediar y proponer soluciones que beneficien mutuamente, que sea profesional y sobre todo que se conduzca con forme al derecho constitucional y con pleno respeto a todos los ciudadanos de este país”, concluyeron.
(POR ESTO! / Corresponsalías)