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Yucatán

Ana María Ancona Teigell

“El niño no es propiedad de nadie.

Pertenece a la vida y representa

Su futuro”.

Anónimo

Tenemos que ser más conscientes los padres, familiares y conocidos de los peligros que corren nuestros hijos al subir sus fotos a las redes sociales, ya que estas se viralizan y podrían llegar a manos de pederastas, pedófilos y violadores, y es una manera de promover la pornografía infantil. Aunque nuestras intenciones sean de lo más sanas y sólo queramos presumir a nuestra familia, no olvidemos que detrás de cada red social hay un desconocido que puede comenzar a acosar a nuestros pequeños y adolescentes.

Tres de cada diez padres (30%) publican al menos una vez al día imágenes o videos en los que aparecen sus hijos a través de sus perfiles personales de redes sociales, y un 12% incluso lo hace cuatro o más veces al día. Según un estudio realizado por la compañía McAfee.

Los resultados de la encuesta realizada por esta compañía recogen que los padres son conscientes de los riesgos a los que se enfrentan sus hijos cuando publican en redes sociales fotografías en las que aparecen, como la pedofilia (49%), el acoso (48%), la posibilidad de secuestro (45%) o de sufrir ciber-acoso (31%).

El 70% de los padres publica exclusivamente este tipo de contenido. El 58% ni siquiera considera si su hijo daría su permiso para la publicación de fotos y videos, mientras que el 22% no creen que deban ser los menores quienes den permiso para ello. Además, para el 19% es una decisión que siempre debe dejarse en manos de los adultos.

Lo que no han entendido los padres, familiares o conocidos es que, si las imágenes compartidas caen en manos equivocadas, se puede llegar a sustraer información sensible como la fecha de nacimiento, domicilio, colegio o incluso el nombre completo del niño.

Sin tener en cuenta también lo que puede suponer a nivel psicológico que un niño esté en Internet sin quererlo, pues solo al 23% le preocupa que el niño desarrolle ansiedad o preocupación por la publicación de una foto donde aparece y sólo el 30% piensa que podrían avergonzar a su hijo.

Los riesgos y amenazas que corren al exponer a sus pequeños o adolescentes son los usuarios desconocidos, quienes al encontrar perfiles de Facebook o Instagram que son públicos pueden descargar y compartir imágenes de los niños para fines maliciosos, relacionados al ámbito sexual y la pederastia; el ciberbullyng que podrían sufrir los niños en su adolescencia si las imágenes son utilizadas como material de bromas, extorsión o ciber-acoso; los usuarios son capaces de compartir en línea cualquier cosa, exponiendo a sus hijos a sufrir cualquier tormento en el futuro.

Una forma de compartir fotos seguras es desactivando la geolocalización de las redes sociales para evitar que al publicar una fotografía se comparta la ubicación.

Esto reduce el riesgo de informar lugares que frecuenta el niño; configurar la privacidad de las redes sociales que solo lleguen a un público privado. Aunque las plataformas de Facebook o Instagram, deben considerarse como “información pública”; no compartir fotos de hijos de otras personas; no crear perfiles para un menor de edad.

Aquí en Mérida, en el caso de Irene López Pérez, la madre de los dos menores sustraídos, Eilianai y Jafet, de cinco y dos años, respectivamente, que ya están de nuevo bajo su protección y resguardo. La abogada del padre sustractor, Dariana Quintal Narváez, expuso la vida privada de Irene subiendo videos en las redes sociales para desprestigiarla y exhibirla como una cualquiera, con fotos de sus enamorados (que siendo una mujer divorciada tiene todo el derecho de rehacer su vida), que forman parte de las pruebas que están en la carpeta de investigación y hay un juicio pendiente, así como expuso en videos que subió a las redes sociales a su hija Eilianai de cinco años en ropa interior para mostrar las supuestas lesiones que tenía la niña en sus muslos; eso es una forma de abuso infantil, porque la pornografía, pederastia y pedofilia están al acecho de todo. También forman parte de las pruebas de su expediente.

El actuar de esta abogada va en contra de toda ética profesional y el abuso infantil es un delito grave que se persigue con cárcel. Por ello le pedimos al Gobierno del Estado y a las autoridades competentes en este caso, se tomen las medidas necesarias para sancionar a esta persona que puso en peligro la integridad física y psicológica de la madre como la de su menor hija de cinco años. (Se tienen como pruebas todos los videos que estuvo exponiendo). Ya que los niños y mujeres tienen el derecho a estar protegidos por distintos reglamentos tanto a nivel nacional como internacional.

Esta es nuestra triste realidad en Yucatán. ¿En manos de quién estamos y están nuestros niños?

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