¿Qué sigue?

Lorenzo Salas González

En los centros de reunión cada quien especula acerca del siguiente paso que dará el Gobierno de la 4 T en el combate a la corrupción, que está dando con singulares e inéditos resultados. Hay quienes mencionan su desencanto porque no ha caído Carlos Salinas de Gortari y los “analistas” de Televisa arguyen que esto no va a suceder porque no lo permiten las leyes, que el presidente sólo será juzgado cuando cometa traición a la Patria, aseveración que no compartimos.

También dicen que se debe detener a todos los implicados en actos decorrupción, sin importar el cargo político que haya desempeñado. Entre estos nos encontramos porque creemos que todo delincuente debe de pagar por sus actos y con mayor razón si ha hecho un grave daño al erario y, se diría ahora, a la moral republicana.

Si uno es observador, los comentócratas de Televisa ya están mostrando nerviosismo y en vez de las carcajadas y las burlas, han bajado su volumen de voz y hasta guardan prolongados silencios durante la transmisión de sus respectivos programas. Un ejemplo es Jorge Castañeda Gutman, quien ahora es acusado de participar en la “guerra sucia” con la que se pretendió manchar al entonces candidato y actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, y así impedir que llegue al

cargo.

De lo mismo se inculpa a Enrique Krauze, quien fue el coordinador de la deleznable campaña, llena de mentiras, de alusiones ajenas a la vida de AMLO, de retazos históricos para crear semejanzas que nunca existieron y otras barbaridades tan propias de quienes usan las plumas para denostar, no para analizar y hacer luz en las complejidades de la vida social y política. Por eso el Presidente trabaja a su ritmo acostumbrado, sin preocupaciones que ocupen su mente demasiado tiempo.

Quien ahora se anda con mucha cautela es el conductor de “Esa la hora de opinar”, Leo Zuckermann, quien todo el tiempo ha buscado la forma de convertir en culpable a López Obrador, suceda lo que suceda. Es más, invita a “especialistas” a modo y hasta antes de empezar la entrevista, advierte: “Yo soy neoliberal”, que, por lo menos en nuestra región del mundo, equivale a decir soy explotador, corrupto, ventajista, enemigo de la justicia, de los pobres, entre otras zarandajas más.

A fines del mes de julio del año anterior, después de que se difundió profusamente el triunfo de López Obrador a la presidencia, en Milenio TV se filtraron “movimientos empresariales” que colocaban fuera de la televisión y de la prensa escrita a Carlos Marín, cuyo desempeño en los medios no es siempre grato, pues con alguna frecuencia tiene fricciones con sus invitados a las entrevistas, como recientemente ocurrió con Porfirio Muñoz Ledo, tan incontinente verbal como el conductor.

Hoy, también en las redes, se dio aconocer la renuncia de doña Ivonne Ortega Pacheco al PRI, acto que ya se veía venir, porque la señora le pone mucha enjundia a sus participaciones y, desde luego, espera buenos resultados, lo que no ocurrió, pues se impuso “la cúpula”, como ella misma bautizó al pequeño grupo que ahora se encarga de la dirigencia de dicho partido.

¿Y quién sigue en la fila para ir a pasar una temporada a la cárcel? Hay quienes opinan que tiene que ser Luis Videgaray Caso, el poder tras el trono de Enrique Peña Nieto. Otros dicen que el más fácil es el expanista Vicente Fox Quesada, pues sus apoyos fuertes, Salinas y Peña, ya están fuera del poder y del país.

Los morenistas, por su parte, desean darle toda la fuerza a su partido-movimiento en el poder, pues su acción es de largo plazo.

P. S. ¡De última hora! Fue detenido en Argentina Carlos Ahumada, muy amigo de Rosario Robles…