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Yucatán

El yucateco del siglo XXI

Por Roger Aguilar Cachón

Sin lugar a dudas, los últimos años han dado paso a nuevas formas de pensar y de hacer, esto es, quien tiene la oportunidad de vivir en un hogar donde vivan los abuelos, padres e hijos, tendrán la oportunidad éstos últimos de tener una riqueza cultural en sus manos, esto es, que si su abuelo tiene una edad entre los setenta y ochenta años y sus padres más de cincuenta, ellos –los hijos- estarán entre dos siglos de vida. Esto no está aquí a la vuelta, aunque no es algo que no ocurra, ya que hay mucho yucateco longevo.

El yucateco del siglo XXI ya tiene otras opciones para divertirse, cuando se hace referencia al cine, ya que en su tablet o televisor puede acceder mediante algunas aplicaciones y canales de paga a lo novedoso en el séptimo arte. Esto es, que sin dejar la comodidad del hogar, podrá disfrutar de películas antes que se estrenen en algunas de las salas de cine que hay en nuestra ciudad. Aunque hay que mencionar que aún quedan algunos yucatecos que prefieren ir al cine, ya que con el romanticismo de entrar a una sala oscura con refrescos y palomitas en la mano, se dispondrán a disfrutar de su pasatiempo favorito una vez localizada su butaca.

La yucateca de nuestros días no se tiene que preocupar por la comida del día, ya que no sólo se tienen a la mano una variedad de cocinas económicas, sino que ahora tienen la oportunidad de degustar los platillos que se ofertan en los principales restaurantes de nuestra ciudad. Con sólo tener la aplicación en su teléfono celular, y con elegir la plataforma de su preferencia, llegará en pocos minutos hasta la puerta de su hogar, ya sea en bicicleta o bien en moto, aún con el vapor de lo recién hecho. Aún las comidas tradicionales ya se cuentan inscritas en esas plataformas de entrega de comida a domicilio.

El de la letra recuerda que cuando había un nené en la casa y se enfermaba, se tenía que acudir a una farmacia en altas horas de la noche, había que caminar mucho o bien en coche encontrar alguna en el centro de la ciudad que se encontrara de guardia, esto parecerá extraño a los lectores jóvenes, pero en los años 70 y 80 sólo se quedaba abierta alguna farmacia que se encontrara de guardia y ésta se anunciaba en los periódicos. Y lo malo es que si no se encontraba en aquella farmacia lo recetado, había que buscar otra abierta o bien acudir a algún familiar que tuviera la medicina a la mano con la promesa de devolverla al otro día. Hoy, hay servicio en las farmacias 24 horas del día y también las hay en las clínicas de la ciudad. Cabe mencionar que cuentan con entrega a domicilio.

Esta es la generación que lo tiene todo a la mano, ya sea para algo urgente o para diversión y solaz esparcimiento, por ejemplo, el yucateco de hoy dista mucho de aquel de los años anteriores de la añada antes mencionada, cuando antes de ir a una fiesta o reunión, entre los asistentes se había repartido lo que se llevaría, ya sea la cerveza, el licor, los refrescos, las botanitas y cuando se terminaban, la fiesta concluía o se conseguía en algún clandestino, siempre había alguien en la fiesta que conociera uno del rumbo. Ahora ya no ocurre eso, el yucateco de hoy tiene a su mano, es decir, casi en cada esquina una tienda o establecimiento de conveniencia que está abierta las 24 horas del día con todo lo que pueda ofrecerse para una fiesta.

Los yucatecos y yucatecas de este nuevo siglo ya pueden comprar sus pasajes de avión, camión o en barco para el disfrute de sus vacaciones así como la reserva de su hotel desde la comodidad de su computadora, celular o tablet, y no sólo eso, sino que también hay páginas que proporcionan visitas guiadas desde su hogar en donde se pueden conocer de antemano los lugares planeados para sus vacaciones. Aún quedan algunas agencias de viajes, pero de seguro poco a poco irán desapareciendo de manera física para trabajar desde sus computadoras o páginas.

El de la letra recuerda que en su vida estudiantil y ya en la facultad, tenía que acudir a la biblioteca y buscar en el fichero primero y luego en alguna computadora donde estaban capturados en grandes listados los libros que estaban en el recinto y poder pedirlos. Y si el libro o documento que se buscaba no se encontraba en su lugar había que acudir a otra en donde se les remitía y aseguraba que allí estaba el libro o documento en cuestión. El yucateco estudiante de hoy día, puede hacer esta consulta del libro que se busca desde su hogar y en ocasiones puede “bajar” la información e imprimirla. Hay que hacer notar que hay páginas de bibliotecas en otras partes de México o del mundo que brindan estas posibilidades.

Hasta hace algunos años las personas que tienen el hobbie de coleccionar algo, como por ejemplo, monedas y en el caso del de la letra dedales de colección, tenían que esperar que alguien fuera a algún lugar allende nuestras fronteras para poder tener alguna moneda o medalla que buscara o bien, de manera particular, cuando se trataba de dedales, siempre que alguien de la facultad se iba de viaje a alguna parte de México o al extranjero, le encargaba me trajera algún dedal que encontrara en su camino. Hoy día ya no es necesario eso, ya que por medio de las redes sociales se pueden conseguir ambas cosas y además se estrechan relaciones no sólo de tipo comercial sino también de amistad.

Hace algunos años, para poder tener amistades en otras partes del mundo, el de la nota recuerda que había una revista de nombre Mecánica Popular, que tenía una de sus secciones dedicadas a propiciar amistades con alguna persona de algún país del mundo. El de la letra recuerda que por medio de esta sección entabló una amistad que tuvo una larga duración, fue con una muchacha de Perú, de manera particular de Huancayo, con quien se estableció una relación vía carta, y por donde también intercambiamos algunos recuerdos y aún conservo una que se encuentra en el estudio que es un ave pintada en un pedazo de cuero. Hoy día no hay que buscar revistas que puedan ofrecer este tipo de relaciones, por medio de las redes sociales, el yucateco del siglo XXI tiene una amplia gama de posibilidades de conocer a personas de otras partes del mundo y no sólo por medio del lenguaje escrito sino que hay la posibilidad de llamadas directas con imagen desde el celular o bien computadoras.

Si se trata de encontrar algún medio de transporte, el yucateco y la yucateca del siglo XXI, hoy día no tienen problema alguno, si bien puede darse el caso que posean algún vehículo, pero si va a alguna fiesta y hay la posibilidad de ingesta de líquido con algún ingrediente de alcohol, es mejor evitar que sean detenidos en algún retén y se pague las consecuencias. Para eso lo normal hoy es el contratar vía celular a algún coche que nos vaya a buscar y regresar a la casa cuando ya sea necesario, existen en nuestra ciudad varias plataformas que brindan el servicio de coche, el famoso taxi de sitio, aunque aún existe, ya está en vías de extinción.

El yucateco del siglo XXI ya tiene el mundo en sus manos, no sólo en lo que se refiere a cuestiones de alimentación, distracción, necesidades apremiantes, sino que por medio de un clic tiene la solución en sus manos. Ha cambiado mucho el mundo y el yucateco de hoy no se duerme en sus laureles y ya tiene acceso a todo lo que se pueda requerir en un momento determinado. Y de seguro mis caros y caras lectoras harán uso de las redes sociales, ya que no se puede estar apartado o al margen de lo que implica la modernidad.

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