Sedeculta, una burocracia cultural urbana decorativa

El escultor Jesús Peraza Menéndez consideró que Yucatán está estancado en materia de políticas culturales, pues no se fomenta la producción y no existe tampoco una correcta organización, lo que lleva únicamente a estar reproduciendo y consumiendo lo ya hecho.

“Creo que hay un estancamiento complaciente con la pobreza de los programas culturales y creo que la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) sólo está cumpliendo con un plan de metas impuestas que se ajusta a un presupuesto reducido, pero el dinero no es el único problema, sino que tampoco hay una correcta organización que lleve, por ejemplo, a una buena gestión con entes privados que están interesados en el desarrollo de la cultura”, añadió.

Entrevistado en su estudio, Jesús Peraza consideró que la Sedeculta está atrapada en una crisis sistémica, debida, en parte, a la reducción de los presupuestos, federal y estatal, pero también hay carencias en cuanto a la organización.

“Y lo que vemos es que ahora están sacando colecciones antiguas y las están exponiendo nuevamente, y estamos consumiendo lo ya consumido y produciendo una cultura de remedos”, señaló.

Opinó que no puede ser responsabilidad sólo del artista la promoción y difusión, por lo que cabe la pregunta de cuál es la función de las instituciones de cultura.

Maniatada

“Creo que no hay organización de la cultura y que la Sedeculta está maniatada por la falta de presupuestos que no son los suficientes para un ejercicio mínimo. Pero no es sólo asunto de dinero, sino también de organización cultural”, reiteró.

Mencionó que todo lo anterior ha llevado a que se han diversificado sitios de arte privados y así el arte se ha movido de lo público a lo privado, y en este sentido dijo que la Sedeculta no puede abandonar su función de organizadora de la cultura.

Todo lo anterior –dijo– hace que el momento que se atraviesa sea difícil en cuanto a la producción y a la organización, pues la Sedeculta es una institución a ritmo replicante que se queda en el confort del retraso cultural y administra, pero no propone.

“Se necesita dinero, sí, pero también estrategia y organización, pero lo que hoy tenemos es un estancamiento complaciente en la pobreza de los programas culturales”, comentó.

Reiteró que, ante la falta de una política cultural, han surgido nuevos espacios culturales privados que están haciendo la labor de la institución, cuando, por ejemplo, el Teatro Peón Contreras debería ser el centro más eficiente de la difusión cultural.

“Pero lo están llenando con cualquier cosa. Sacan del bote de la basura a grupos emergentes sin creatividad, sin estética e incluso sin la técnica, y hoy lo que tenemos es una burocracia cultural urbana decorativa”, comentó.

En cuanto al municipio de Mérida, consideró que, por el contrario, sí se están haciendo algunos esfuerzos en relación a la problemática antes mencionada.

“Creo que el Ayuntamiento está tratando de romper con la crisis de producción y organización cultural, buscando nuevas formas”, señaló.

Como ejemplo, mencionó que recién la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida adquirió una colección suya de 6 piezas, titulada “Mujeres iluminadas” y esta colección es para entregar a los visitantes distinguidos.

Un cambio

“Aquí estamos ante un cambio. Que a una persona se le dé como regalo a su visita una obra de arte con un valor estético y cultural, rompe con lo tradicional y con el desprecio estético que hemos tenido de las burocracias”, manifestó.

Finalmente dijo que ojalá vengan detrás otros artistas y se pueda continuar con esta política de adquisición de piezas o de arte, porque así se va cambiando con la visión y la forma de organizar la cultura.

(David Rico)